Apodos de Cehegín

Diccionario del Noroeste

Recorrido por mi pueblo

lunes, 24 de septiembre de 2018

BOSQUES CEHEGINEROS


LOS BOSQUES CEHEGINEROS 

(EL PULMÓN DE MURCIA)

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Una manada de Ciervos cruza el camino.
Cehegín en lontananza -desde la Pollera-
Cómo me gustaría descubrir hasta las últimas umbrías de los bosques cehegineros. Dicen que son la reserva forestal de la región murciana. Y puede que sea cierto, pero hay que ver qué poco conocemos de ellos. Parajes como la sierra de Burete, contornos tan pintorescos como la Fuente de la Cagueta; la Hoya de Don Gil o la Peñica del Viento; el barranco de Juan Cojo, encima de la maravillosa ladera -repoblada felizmente después de aquel funesto incendio de hace bastantes años- que se divisa desde la autovía y en cuya cima, en la refugio y la casona del Coto Real, se admira uno de los más espléndidos panoramas de la región. 

Sierra de Burete -desde el Coto Real-
El Bancal de la Sierra, o la sierra de la Lavia, donde se ubica la otrora afamada fuente del Puntalico, de cuyo brocal mana el agua prodigiosa contra ‘los dolores de barriga’. Sin olvidar los pequeños montículos de Cuatro Vientos, o el Arroyo del Padre Pecador, ubérrimas selvas en las que se crían numerosos arbustos de cualidades curativas: rabogato, espliego, romero, tomillo, lavanda, alhucema, mirto e innumerables arbustos que serían la gran gozada de los naturalistas y ecologistas. Sensaciones maravillosas…, coger entre las manos una piña recién caída del árbol, cerrar los ojos y respirar a fondo hasta impregnarte del olor a resina y a madera. Mmmmm… fragancias que transforman, que hacen olvidar los malos momentos de la vida y reconcilian con lo más primario de nuestro ser: el hombre como parte de la naturaleza, la naturaleza como esencia de la vida.

Merenderos de la Fuente del Piojo.
Si nos adentramos en estos frondosos bosques y somos capaces de guardar un mutismo absoluto, conseguiremos dialogar con los altos ramajes de los pinos. Por sus abruptos senderos podemos ser atrapados por los sortilegios y el misterio que encierran sus árboles milenarios cargados de historias y leyendas. Una vez en la cima debemos mostrarnos sosegados y tiernos con las numerosas plantas que perfuman el entorno, porque somos observados desde los escondites de los duendes que habitan en las moradas del monte y podríamos caer en sus redes para ser convertidos en árboles petrificados. Incluso nos vigilan desde el cielo: con un poco de suerte lograremos gozar de la majestuosidad del Águila Imperial que vuela pomposa planeando por las sierras ceheginenses. Singulares ejemplares de los pocos que van sobreviviendo en el entorno de las zonas prebéticas de España. El ecosistema muestra permanentemente el valor de las cosas, si sabemos escuchar, nos habla y nos orienta: “Ten mucho cuidado porque todos formamos parte de la gran familia. Si me dañas a mí, te dañas a ti mismo”.

Fuente de la Cagueta.
Y si observamos tranquilamente, percibiremos la música que entona el viento desde las cumbres tañendo las arpas de la floresta. De ahí la leyenda relatada por Martín de Ambel sobre Juan de Gea ‘el Corrior’ (Corredor), -*- llamado así por sus facultades deportivas, se enfrentó a una partida de moros: “…habiéndose apartado de su hueste, subió por la cuesta del Reventón hasta la sierra de Burete al ojear una partida de moros que llegaban desde la comarca de los Vélez. El Corrior, comenzó a lanzar grandes voces simulando llamar a las caballerías de la comarca de Cehegín, como si anduviesen cerca. Y encomendándose a la Virgen de la Peña movió tal alboroto con piedras, palos, y todo lo que halló para producir extraños sonidos; los sarracenos cayeron en el ardid y huyendo rápidamente dejaron en libertad a los cautivos que llevaban presos…”. Pero esta es otra historia, aunque sin duda bastante apasionante.
Y es que nos beneficiamos de un territorio tan hermoso, tan ubérrimo, quizás el último paraíso de la región, pero somos incapaces de valorarlo en toda su riqueza. Desgraciadamente cada día vamos deteriorando más y más nuestro civilizado entorno. No cuidamos el medio ambiente, es más, no sólo lo descuidamos sino que procuramos, como una maldición irracional, maltratarlo a diario con nuestras actitudes irresponsables, hipnotizados con las promesas mercantilistas de un falso progreso que incapacita para frenar tanta negligencia. ¿Será por eso la impostura de la administración estadounidense negándose a firmar el protocolo de Kioto, ubicándose a ultranza en la más absoluta impunidad? Y eso, que no pasa jornada sin que nos lo recuerden los medios de comunicación y los responsables de la salud.
Fuente del Abad.
La OMS denuncia los problemas que están ocasionando, sobre todo a los niños y ancianos, las amenazas medioambientales dentro y fuera de nuestros hogares. Más de cinco millones de niños mueren cada año a causa de enfermedades relacionadas con el deterioro ecológico del ambiente en el que se desenvuelven, estudian o juegan. Es curioso que sean estos niños sobre los cinco años de edad los más vulnerables. Todas estas calamidades pueden ser prevenidas y tratadas con contundencia, pero por desgracia, estos programas de previsión los vemos alejados de nuestra sociedad del bienestar, como si chocasen contra las inexpugnables barreras de la opulencia que nos hace mirar con soberbia a tantas ‘cantinelas previsoras’.
Pero... ¿Cómo persuadir a ciertos individuos sobre estas cuestiones, cuando sólo con mentarles la palabra ‘ecologismo’ sonríen con irónico desprecio como si nos refiriésemos a una pandilla de indocumentados? 

-*- Entrada en este mismo blog: "La historia de Juan de Gea".
Fotos del autor y R. López. Fuentes: Diversos archivos locales.

lunes, 10 de septiembre de 2018

PIEDRA JASPE CEHEGINERA.


LA PIEDRA DE JASPE CEHEGINERA.




Famosa Piedra Jaspe -Rojo Cehegin-
Mucho se ha escrito sobre el mármol de jaspe y la piedra Imán de Cehegín. Desde  los tiempos de Ambel, pasando por Blas Torrecilla o el Dr. Yañez, hasta don Miguel Más, y finalmente por nuestro amigo y cronista Alcázar Pastor y tantos otros eruditos.
Todos han puesto de manifiesto la valiosa riqueza de las sierras cehegineras. Y muchas son las virtudes que se atribuyen a este resplandeciente tesoro escondido en las entrañas de nuestras montañas: según aseveraban los antiguos expertos, si se introduce el jaspe en el agua se enciende y si lo echamos en el aceite, se apaga. Un murciano, descendiente de cehegineros, Ambrosio de Salazar, que fue secretario del rey Luís XIII de Francia, asegura que sostenido sobre el abdomen, que roce la carne, da mucho vigor y reprime los vómitos. También es eficaz contra los hechizos y condenaciones. Combate los mareos y detiene la sangre.

Cantera Sierra ceheginera.
Otros aseveran que la piedra imán seca las llagas y además aseguran que sin ella zozobrarían los marineros, porque obliga a la aguja a mantener el norte y en lado contrario al sur. 
Y es que Cehegín está plagado de minas —de hierro, magnetita, imán, jaspe, mármol-, incluso en cierta ocasión cuentan que existieron filones de  plata. Recordemos la popular mina Carlota, allá encima del Puente Santo, cerca de la balsa Santanares, o las minas de Capel también conocidas como Edisson o Gilico, otras en el Valparaíso, arriba del río Quípar, por la ciudad perdida de Alquipir, y las grandes canteras de mármol que proliferan en la actualidad por nuestros montes preñados de brillantes jaspes.
Entre la casa y el palacio, se halla la casona que tiene su medida a punto en estas nobles calles del antiguo Cehegín.

Casa de Jaspe
Una de las casonas más hermosas de la localidad se enorgullece de su riqueza en jaspe: se trata del edificio consistorial. Casa-palacio de los Massa y que éstos compraron a los Salazar —¿de la familia de este Ambrosio viajero, que hemos dejado antes en compañía del rey de los tres mosqueteros y d’Artagnan? … ¿Mira que si alguna vez visitó Cehegín el enigmático Cardenal Richelieu, disfrazado de monje y quedó sorprendido de tanta riqueza marmórea?— 
Casonas cehegineras, cerradas durante largos meses, casas grandes de la villa, hoy felizmente ocupadas, unas en beneficio de los más necesitados —hospital—, o para uso público — juzgado, museos, casino— Casonas de los condes de Campillo, de la Real Piedad, de la familia Marín, de Álvarez Castellanos, de Ruiz de Assín, —la de la balconada de herrajes más bella del Mesoncico- o la antigua casa-cárcel del antiguo ayuntamiento, fachada adornada con bellas columnas de jaspe, hoy sede del Museo Arqueológico. Hasta en la antañona ermita de Soledad luce sosteniendo el coro una hermosa columna de mármol jaspeado.

Antiguo Ayuntamiento (hoy Museo)
Cuentan que en las madrugadas de luna llena, nuestro pueblo resulta sorprendente. No es difícil encontrarse en cualquier esquina un rincón inédito, un detalle ignorado por el paseante asiduo. Acá una reja redondeada, aquí un alero de madera, o una puerta ribeteada con bellos bajorrelieves y siempre hermosos zócalos y bellas columnas marmóreas. 

Esplendido baptisterio de ricos mármoles -Iglesia Mayor de la Magdalena-
Se podrían citar numerosos monumentos donde el mármol ceheginero adorna sus fachadas y otros ornamentos con esta famosa piedra de jaspe, no sólo en Cehegín  (la peculiar y espectacular fachada del actual Ayuntamiento, la columna y arcos del viejo consistorio; el barroco púlpito de la Magdalena y las armoniosas pilas de agua bendita y baptisterio; etc…), sino en numerosos lugares de España.

Púlpito de la Magdalena.

Pila de agua bendita -Sta. Mª Magdalena-
En innumerables construcciones: La monumental y extraña portada del santuario de la Vera Cruz de Caravaca, con estípites y columnas estriadas, combinadas en espiral y verticales, construida a principios del siglo XVIII. (Con el extraño detalle de una de las columnas que mira en sentido contrario a las otras tres). 

Portada barroca del Santuario de la Vera Cruz de Caravaca.
El cercano palacio de Menahermosa en Mula, actual sede del museo "El Cigarralejo". Todas estas obras y muchas más son fruto de las entrañas marmóreas de los montes cehegineros, pese a ciertas informaciones erróneas atribuyéndoles la procedencia de otros puntos de la comarca.

Palacio Marqués Menahermosa.-Mula-
Un tal Jaime Sánchez señala en un pliego: “… para colocar dos pilas de piedra colorada de Cehegín en las Puertas de Los Perdones y del Orito de la catedral de Orihuela, según el diseño adjunto, en precio de 140 libras…” Otro documento manifiesta: “… se ornamentó el interior de la capilla de San Isidro, y de la Colegiata de San Isidro de Madrid, el presbiterio de la capilla del Cristo de San Ginés, y otras.”
Según escritos de erudito Gortín: “… Los maestros Miguel Pascau y Juan Garzón tienen a su cargo sacar la piedra jaspe de las canteras de Cehegín. El vecino de Cehegín Miguel Esteban de Béjar porteará los jaspes con carros de bueyes, por escritura de obligación fechada en Madrid a 19 de junio de 1658. El maestro José de Villarreal firma a 26 de octubre de 1658 la relación de los jaspes de Cehegín que se precisan. Antonio de Contreras es el superintendente de las obras de la capilla de S. Isidro. Joaquín Guirao de Guzmán, alcaide del castillo y regidor de la villa de Cehegín, les paga a los maestros que han extraído el jaspe. (1 de julio de 1659).”

Trascoro Catedral de Sigüenza.
También sobre el trascoro de la Catedral de Sigüenza aparecen textualmente estos datos: “El altar está constituido por seis grandes columnas salomónicas de mármol negro traído desde Calatorao, otras cuatro columnas un poco más pequeñas son de mármol rojo de Cehejín y también se utilizó el mármol blanco de Fuentes de Jiloca.” Información más prolija la podemos recibir si visitamos esta catedral.
Así mismo de diversos archivos estampamos dos notas, que corroboran la fama mundial de los jaspes cehegineros: "Se acordó encargar a los canteros de esta villa cuatro cubos de los jaspes mejores de las canteras, los cuales se remitirán a la Exposición próxima de Murcia, con objeto de que sean conocidos, por lo que pudiera convenir". (Acta Capitular. Ayuntamiento de Cehegín, 25 febrero de 1900).
Igualmente, a la Exposición Internacional de Murcia, inaugurada el 10 de abril de 1904, presentó Cehegín una colección de mármoles extraídos de sus canteras, siendo premiados con diploma de medalla de primera clase. 

Fósil amonita en fachada Real Casino de Murcia
Así mismo, en el lado izquierdo del zócalo del frontis del Real Casino de Murcia, todo decorado con mármol rojo ceheginero, aparece una curiosa amonita, que según afirman los entendidos, pertenece a un grupo de cefalópodos marinos y allí permanece fosilizado desde que fue extraído de las entrañas de los montes cehegineras y mamposteado en dicha fachada, donde contempla silencioso el devenir de los ciudadanos por la noble arteria de la Trapería murciana.
Por todo ello debemos sentirnos orgullosos de que nuestro municipio lo atesore en el seno de sus montañas.
Limpia como el jaspe —se dice popularmente de la notoriedad honrada—.

Nota: Algunos datos tomados de diversas publicaciones.