Apodos de Cehegín

Diccionario del Noroeste

Recorrido por mi pueblo

miércoles, 19 de junio de 2019

FRAY PABLO MANUEL ORTEGA Y EL ARA DE BEGASTRI


FRAY PABLO MANUEL ORTEGA Y EL ARA DE BEGASTRI.


Hoy traemos noticias de una figura algo olvidada: Fray Pablo Manuel Ortega, nació en Honrubia 24/12/1691. Terminado el noviciado permanece en distintos conventos de la región murciana y sureste español, allí reside muchos años: Alicante, Almería, Albacete, y nuestra tierra, donde fue relatando sus investigaciones y vivencias, comenzando por quejarse de los escritores españoles: Escribieron poco o nada de estos países y sus grandezas y con solemnes desaciertos… Tengamos en cuenta que Ortega trata de las ciudades, villas y lugares de la provincia franciscana de Cartagena.
Vista general del convento y colegio de los franciscanos.
De esa historia que escribió, sólo dos de estos municipios tituló capítulo aparte: Cartagena y Cehegín. En 1754, Fray Pablo está en Cehegín, y relata: … hay un Colegio de Misiones famoso en toda España…- Y sigue: …otra prueba de la actividad de este pueblo, es la mayor copia de casas-palacio que se hallan. Se descubren más medallas o monedas antiguas que en cuantos pueblos he recorrido; en dos o tres días me dieron más de cuarenta y después más, y es tanto lo hallado que se pudo recoger a celemines, y al pensar que no servían, las arrojaron menos las de oro o plata, algunas turdetanas, celtibéricas, cartaginesas púnicas, incluso de diversas colonias y pueblos de España y también imperiales. Buenos mayorazgos y  mucha nobleza y unos 1.500 vecinos.-  Además, le refieren al P. Ortega sobre un descubrimiento en el Campillo de los Jiménez: Un labrador encontró un esqueleto con una cabeza monstruosa y disforme, tan gigantesco que las canillas, puestas de pie, le llegaban al labriego hasta los sobacos… El fraile no pudo ver nada de esos restos, porque a golpes y pedradas habían reducido a ceniza y polvo los restos de este misterioso personaje.
Huella del gigante
Antiguamente, contaban nuestros antecesores de unas huellas de pies gigantescas observadas en algunos parajes de nuestra comarca, quién sabe si eran de la misma persona. Incluso relataban los viejos del lugar que por la cima de la Peñarrubia se destacaban las enormes marcas de pies humanos, y se decía eran de una gigante que habitó en una de las cuevas de nuestra "montaña mágica".
También investiga Ortega en el Colegio misionero de Cehegín sobre lápidas e inscripciones begastrenses en su Chorografía, donde escribe: “...el 29 de setiembre de 1755 pasé por la casa de la huerta en donde dicen se guardaba una lápida, a su dueño, Salvador Sevilla, le pedí verla, y me respondió: -"Padre, era una piedra inservible y la hicieron pedazos, y es que sobre algunos trozos majaban esparto y lino, y ya fueron reducidas a granito.-" El franciscano intentó localizar y recuperar dicha tabla de mármol pero, por entonces, al parecer ya estaba desaparecida y destruida, como le confirmó el labrador y no recordaba dónde podrían hallarse.
Un fraile, coetáneo de la época del hallazgo, la dibujó y describió a la perfección. Esta tabla nos da varias noticias importantes, y entre ellas, la del culto a San Vicente, muy extendido en todo el Levante español desde época visigoda, quizás antes. 

Posteriormente su culto pervivió con fuerza entre los mozárabes, después de la conquista musulmana. Cabe pensar que se refiere a la que se halló en 1626 en el Cabecico Ruenas (Begastri), una lápida de altar, hecha en mármol, con una inscripción: En el nombre del Señor, Hodoacro Minus, Obispo de la Iglesia de Begastri, consagró esta basílica de San Vicente en el tercer año de su pontificado. Ya en el colegio de Misiones, un religioso le mostró un trozo de la indagada lápida, que estaba mamposteada en la pared del nuevo camarín de la Virgen de las Maravillas. 
Lo más curioso es que habla de un obispo de Begastri, y que fue descubierta en 1626, aunque  la ubicación de la ciudad siguió siendo desconocida, de modo que nadie asoció la lápida con ella, hasta que en los años 70 del siglo XIX, Aureliano Fernández-Guerra, en su obra “Deitania y su cátedra episcopal de "Begastri" la confirmó como el Ara de Begastri.
(NOTA: Algunos datos extraídos de diversas publicaciones.)

lunes, 10 de junio de 2019

El día que me quieras

EL DÍA QUE ME QUIERAS 

(CANCIÓN UNIVERSAL)

«El día que me quieras» es una famosa canción con música compuesta por Carlos Gardel y letra de Alfredo Le Pera, con arreglos musicales de Terig Tucci. Fue grabada por primera vez en Nueva York el 19 de marzo de 1934 bajo el sello RCA Victor.

La letra de Alfredo Le Pera es una paráfrasis del poema homónimo de Amado Nervo, incluido en su libro póstumo, "El arquero divino" (1919).

Acaricia mi ensueño / el suave murmullo de tu suspirar,
¡cómo ríe la vida / si tus ojos negros me quieren mirar!
Y si es mío el amparo / de tu risa leve que es como un cantar,
ella aquieta mi herida, / ¡todo, todo se olvida..!
El día que me quieras / la rosa que engalana
se vestirá de fiesta / con su mejor color.
Al viento las campanas / dirán que ya eres mía
y locas las fontanas / me contarán tu amor.
La noche que me quieras / desde el azul del cielo,
las estrellas celosas / nos mirarán pasar
y un rayo misterioso hará nido en tu pelo,
luciérnaga curiosa / que verá...¡que eres mi consuelo..!

Recitado:
El día que me quieras / no habrá más que armonías,
será clara la aurora / y alegre el manantial.
Traerá quieta la brisa / rumor de melodías
y nos darán las fuentes / su canto de cristal.
El día que me quieras / endulzará sus cuerdas
el pájaro cantor, / florecerá la vida,
no existirá el dolor... / 
La noche que me quieras / desde el azul del cielo,
las estrellas celosas / nos mirarán pasar
y un rayo misterioso / hará nido en tu pelo,
luciérnaga curiosa / que verá... ¡que eres mi consuelo!

El día que me quieras

domingo, 2 de junio de 2019

AGUA Y AGRADO

“Agua y agrado que no falte”


¡Nada, que no llueve por el Sureste español ni a tiros!, y en particular por nuestro Noroeste de Murcia, es que solo nos obsequia el cielo con algún triste ‘matapolvos’ pero la sequía se apodera de nuestro territorio, y los meteorólogos nos amenazan, como cada año, con un estío amenazadoramente caluroso. La solución para mitigarlo: LA ANSIADA AGUA PARA TODOS.
El ser humano precisa dos litros y medio de agua al día como mínimo. Es un componente casi tan importante como el aire. Una persona puede vivir varias semanas sin comer, pero sólo unos pocos días sin ingerir líquidos. Como tantas falsas creencias, el agua no engorda. Por el contrario sirve para quitar la sensación de hambre y de esa forma comer menos (así que ya saben el sistema para perder kilos). La mayor parte del agua nos llega a través del alimento y las bebidas y se elimina por los riñones y también por la piel, los pulmones y los intestinos. Sin duda el agua es imprescindible para la vida. Representa más del 60 % del peso del cuerpo humano y más aún en un recién nacido. Contiene los minerales precisos para el buen funcionamiento del organismo (calcio, yodo, cobre, etc.) algunas aguas son ricas en magnesio, hierro, sodio y otros componentes. Pero… ¡ojo!, hay que tener cuidado con las que lleven restos de plaguicidas y detergentes. Nos pueden jugar una mala pasada.
Es obvio que el agua también tiene otras utilidades además de las mencionadas. Por ejemplo el masivo uso, imprescindible en el aseo y limpieza, no sólo de cuerpo, también en otros menesteres. Al ser un bien escaso en estos tiempos, obliga a ahorrar cuanta sea posible. Lo cierto es que no nos mentalizamos e incluso algunos son tan escépticos y egoístas como mi vecino Juanico el Perchao: “Mira Antonio, no me vengas con sermones ecológicos, hay agua de sobra y si no, vente un sábado conmigo a lavar el coche y verás las colas que se forman. Si derrochan a toda presión… ¿cuánta desperdiciarán en sus hogares…?”



Pero quizá donde más agua se consuma sea en la agricultura. Los métodos principales usados para el riego son la inundación, los surcos, los aspersores, y el riego por goteo. Por desgracia y debido a las diversas contaminaciones a que se ven sometidos los acuíferos, se corre el peligro de agravar los problemas que acarrea el índice de nivel freático con el consumo desmedido de agua. Desde el sistema de regadío iniciado por los romanos y perfeccionado por los árabes, sistema practicado principalmente en los valles aluviales de origen fluvial, como los ríos levantinos, hasta la construcción de pantanos y embalses, el agua ha sido un elemento básico para la configuración de la producción agrícola. Los ríos valencianos y murcianos y sus acequias riegan miles de hectáreas.
Invariablemente se han planteado numerosos pleitos por los riegos. Las Juntas de Aguas casi siempre han resuelto los enfrentamientos y la más conocida quizás sea El Tribunal de las Aguas que desde la edad media ha solventado los conflictos entre los regantes del río Turia. Sin duda que el problema del agua es uno de los más conflictivos de nuestras tierras y donde peores avenencias se resuelven entre los agricultores, ya de por sí un colectivo desconfiado y tradicional donde los haya. Acostumbrados a regar cuando les apetezca y sin ningún tipo de trabas, sobre todo los llamados regantes de privilegio, no parecen adecuarse a los tiempos de sequía que sufrimos y por ende, recelosos de los nuevos sistemas de regadío. Y no digamos cuando el agua se utiliza como mediática arma arrojadiza en las disputas políticas.


En estas tierras del ‘cauro’ murciano, gozamos de numerosos pozos acuíferos, así como innumerables fuentes que en otros tiempos surtían nuestros ríos y nos hacían disfrutar de su riqueza y virtudes terapéuticas para distintos órganos de nuestros cuerpos. Pero eran otros tiempos y otras necesidades. Por ello, vivimos una época en la cual hay que aprender de nuevo a utilizar racionalmente el agua, sin alegres derroches. Paradójicamente el agua cuesta más cara que el vino, porque hay que ver el agua para gourmet de precio estratosférico que se consume hoy. Y es que creemos que es más sana el agua tratada, sobre todo envasada en plástico reciclado, cuando, según  expertos higienistas, el agua 'del grifo' esta mucho más controlada, sana y barata. 
Otro de los graves problemas que está sacudiendo el mundo es el arrojo indiscriminado de  basuras de todo tipo que evacuamos en el mar, lo que está produciendo un auténtico desastre ecológico en la flora y fauna.



 No es ninguna broma, así también debemos restringir la emisión de gases que provocan una concentración de calor, el conocido “calentamiento de la atmósfera” que es la causa principal del cambio climático (desastres meteorológicos, pérdidas de cosechas, subida del nivel oceánico, etc.)



La espoleada actividad industrial, la tan cacareada sociedad del bienestar –calefacción/refrigeración-, la combustión de carbón y petróleo ha liberado en la atmósfera gran cantidad de dióxido de carbono formando una especie de techo de cristal –como una especie de invernadero- lo que hace aumentar y dejar atrapada la luz solar que en condiciones normales escaparía al espacio. Hay países que se preocupan de este tema, pero otros, entre los cuales, paradójicamente, se encuentran los EE.UU., hacen caso omiso, pretendiendo la impunidad sin temer a los efectos devastadores que ya se van haciendo notar, como los últimos huracanes en el Caribe o el Índico. Y ¡ojo al parche…! Ahora resulta que no sólo los yanquis, también España pertenece a la lista de perturbadores del llamado “efecto invernadero”, seguramente por nuestra condición de ‘país desarrollado’.
 Lo cierto es que, ¡menuda herencia vamos a dejar a nuestros nietos! Porque las previsiones no pueden ser menos halagüeñas si se produce el famoso calentamiento de la tierra: elevación del nivel del mar hasta 65 cm. antes de  finales de siglo, produciendo la desaparición, por un lado y la desertización por otro, de grandes extensiones de terreno, hoy auténticos vergeles.
(NOTA: Algunos datos extraídos de diversas publicaciones)