Apodos de Cehegín

Diccionario del Noroeste

Recorrido por mi pueblo

miércoles, 18 de noviembre de 2020

CUESTA DEL PARTIDOR Y SU BARRIADA.

CUESTA DEL PARTIDOR  Y ALEDAÑOS.

Cuesta del Partidor -Antiguos Poyos-

Hoy vamos a pasear por la Cuesta del Partidor de Abajo, seguramente una de las primigenias arterias que se abrieron para comunicar los arrabales con el 'centro histórico' de Cehegín. Denominada así desde tiempo inmemorial, debido a su cercanía con los recordados "Caños del Partidor de Abajo" y sus aledaños, formando una extensa tela de araña que contempla parte de la zona moderna ceheginera.
Al inicio de la escalinata se ubica aún "la Bodeguica", lugar donde fue recibida la Virgen de las Maravillas, patrona de Cehegín, tras su llegada desde Nápoles en el siglo XVIII.
 
Cuesta del Partidor
Ese laberinto de calles inician su trayectoria desde la columna vertebral que es esta Cuesta del Partidor, una de las primitivas entradas hacia la vieja fortaleza árabe, seguramente cuando estaba todo sin urbanizar. Hemos de tener en cuenta que hasta finales del siglo XVIII no se vio completada la urbanización de los extramuros que hoy conocemos como Casco Antiguo de Cehegín. Situada en el antiguo Portillo de San José de la Villa, daba acceso a la misma por aquella escalinata de piedra. A mitad de la calle cabe destacar un edificio singular con un reloj de sol de la segunda mitad del siglo IX, que aun se puede apreciar con claridad en un lateral de la fachada. Esta casona se utilizó para diversos servicios municipales: Falange Española, Guardería, Sindicato y otras instalaciones, además de las numerosas familias instaladas en el vecindario.
Finalizamos su fatigosa escalada en la recoleta placeta de San Francisco, donde se establecieron numerosos profesionales: Hojalateros y caldereros, carpinteros, alpargateros, el dentista Dr. Ortiz, y una tienda muy popular: la de María del "Maestro", esposa de Juan Abellán "Catarrás", gran emprendedor, fabricante de embutidos y helados, muchos recordarán un pasodoble publicitario que compuso el ciego "Medina" (Antonio Rodríguez), cuyo texto dice así: Desde Londres a Pekín todo el mundo está admirado / porque "Hermanos Abellán" en Cehegín se han destapado. / Con su fabrica "El Cerdito" hacen la revolución / con sus mejores chorizos y su especial salchichón. /  (Estribillo) / ¡Qué gordito, qué gordito! se pone todo el que tenga apetito,  /notarán, notarán, que comiendo jamón engordarán. / El cerdito, el cerdito, fabrica el salchichón más exquisito, / comprarán, comprarán, jamones y embutidos "Abellán". Todo aquél que su endeblez / combatir quiera al momento / del cerdito ha de comprar / los embutidos sin cuento. / Y verá como sus fuerzas en progreso  siempre irán / si se hace un gran devoto de "Embutidos Abellán.

Placeta de San Francisco.
También estaba emplazada la banca de Paco Puerta "el Botero", de allí salía su hermano Desgracias todos los días del año a cobrar con su cartera repleta de letras de cambio a visitar los comercios, y cuando el tendero se atrasaba en los pagos, con su estribillo eufemístico para no herir sensibilidades, señalaba la cartera, mirando al comerciante de turno:  —“Aquí te llevo..."—

Foto antigua de la placeta de S. Francisco

Y llegamos a una calle nombrada en otras entradas de este blog: 'La Fortuna', desde allí desembocamos a las calles: Torrecilla, (no sabemos si el título de la calle proviene de Blas Torrecilla -*-, que fue alcalde de Cehegín en 1867. Aquí vivió, así mismo, Manuel Fajardo, también alcalde en los años 1936-37); otras callejas bordean esta barriada: Olivericas, Portillo, y Floridablanca; en esta última se hallaba la morada de Andrés Berengüi "Andrés de las novelas", un adalid de la lectura, muchos recordarán que colocaba su puesto en el mercado del Mesoncico vendiendo y alquilando novelas del "Far-West" de Estefanía y policiacas, además de repartir a los abonados el diario ABC.


Así mismo por aquellos lares se ubicaron “las Carreras de Don Santos”, unos solares tapiados en donde se desarrollaba la industria del hilado, mediante una rueda que hacía rodar un mozalbete; a quien se le conocía como el 'amenaor'. Una posible deformación de “meneaor” o meneador de la rueda, entre tanto, el hilador iba desenmarañando un manojo de cáñamo rodeado a su cintura que se iba enredando formando la cuerda que se enrollaba mientras caminaba hacia atrás hasta completar la distancia de la carrera, de esta manera formaba, uno a uno, los numerosos tramos de hilo de cáñamo. 
Hay una conocida exhortación, un tanto soez, hacia los humildes mozuelos que se iniciaban en este trabajo, cuando se distraía y le daba a la rueda más lento, le espetaban: ¡Dale, 'amenaor'…, dale gandul, dale hijopuuu…! 
Todo un microcosmos sobre el 'Horno de don Santos', cuyo nombre reza en una recóndita calleja que sube desde la Tercia.
 

Seguimos más adelante y subimos por debajo de otro paso elevado con escalones, manzana del inmueble del popular practicante local: Juan 'el Párraga'. Y de nuevo nos situamos en mitad de la 'calle La Fortuna', en un pequeño pretil que mira a la calle Eras Bajas (allí moró la familia del gran fliscorno de la banda, Antonio Noguerol Puerta, patriarca de una saga de notables músicos), la 'señá Engracia'; Miguel de la Frasquita; y las familias Marín, Valera, Melgares y tantos otros vecinos; sigue la calle Dalí, (antaño Gabarrones, ahí realizaba sus trabajos de ebanistería Juanico hijo de la modista Vicenta), más abajo vivieron familias como el Galeoto; José Mª Durán; Corbalán; los Pollos; y un pintoresco matrimonio 'Concepción La Guija' y 'Juan el Calabacha'.


Ambas calles mueren en la calle Portillo donde nació el genial poeta y dramaturgo Lorenzo Fernández "Carranza"... entre tantos jocosos versos recuerdo con cariño, esta pequeña 'Loa a la gabardina' que solía recitar después de cualquier convite: 
¿No se le canta a natura...? / ¿No se le canta a la flores? / ¿Por qué no cantar, señores, / 
a la vulgar gabardina, / que nos cede sus calores / en estos días traidores / 
cuando el frío nos domina...?
¿Por qué no decir de paso / la utilidad que nos presta, / aunque esto no venga al caso..?
Que va de viaje el señor, / la recoge como un fardo / y la tira en un rincón.
Que por su uso rozada / su papel ya no resuelves, / del sastre eres transformada / 
y  tras unas retocadas / en canadienses te vuelves.
¡Yo te canto, gabardina, / prima telar del comando, / 
del abrigo  sobrina, / y parienta del tabardo...!
También vivieron personajes como: La tía Virgen; José Mª 'Chispe', (muchos años empleado del cine Alfaro); el Sr. Abril, (mayoral de los Condes del Campillo), y sus hijos Pepe y Narciso;  Jesús López Calvo (conocido como "Jesuslopez"), que fue maestro de la Villa y delineante-diseñador y director de la monumental obra del colegio de los PP. Franciscanos.  

Calle Portillo (restaurada)
Una zona muy concurrida que se une a la otra del Saliente que ya comentamos en otro de los artículos de este blog.
Seguiremos con más recorridos.

-*- Ver Torrecilla en este Blogs.
Fuentes: Archivo municipal, Alemán Sainz, y otros archivos y datos de la tradición oral.  Fotos de A. González, autor de este artículo.

domingo, 8 de noviembre de 2020

CALLE DE LA UNION.

 CALLE DE LA UNIÓN Y ALEDAÑOS. 

Seguimos nuestro periplo por las rutas ancestrales del singular Casco Antiguo de Cehegin. Hoy toca la Calle de la Unión, titulada así por confluir en ella las tres culturas: cristiana, árabe y judía que cohabitaban allá por los siglos XIV y XV,  es casi paralela a la Calle Mayor y discurre desde la Placeta de Los Carros hasta la misma Casa de Las Columnas. Por su configuración sinuosa de calles perpendiculares, propia del urbanismo árabe, este barrio nos ofrece una brillante muestra.

Calle de las Columnas .palacio del mismo nombre-

Precisamente, una de las callejuelas en cuesta que unen la Calle Mayor con la Unión, es la situada frente al conocido ‘Bar Sol’ y se llama ‘General Carreño’ (*Ver entrada en este blog), y continúan las calles Empedrado y Alonso de Góngora, ahí desembocamos a la izquierda a un callejón sin salida donde se ubica la presunta Sinagoga Judía local. Recóndita casita que posee una portada con símbolos religiosos hebreos que la tradición oral ha venido a llamar Sinagoga. Es de destacar su fachada enlucida y su entrada decorada por arcos de medio punto sobrepuestos, a modo de portal abocinado. Según los expertos en Historia del Arte consultados, el arco interior es de estilo gótico tardío, que puede ser de los siglos XV o XVI. Desde luego la casa tiene una antigüedad considerable. Quizás sea una de las casas más antiguas del Casco Antiguo ceheginero. 

Allí vivió muchos años un singular individuo: José Lorencio, personaje de tango y mostrador, bohemio y noctámbulo. Cuentan que solía decir: "Yo no sé cómo madruga tanto la gente para trabajar. No me he levantado a esas horas en mi vida y fíjate como vivo". En cierta ocasión, sobre las diez de la mañana, llamaron con insistencia en la puerta de su casa, y lo despertaron, eran dos testigos de Jehová con folletos religiosos. Pepe abrió soñoliento: — “¿Que quieres?” - Uno de ellos respondió — “Buenos días hermano, ¿usted cree en Dios?..., ¡es que llega el fin del mundo!”. —Lorencio replicó- “¿En Dios?... ¿Qué hora es...?” — “Las diez…” — “¿Vosotros creéis que estas son horas de creer ni en Dios ni en el diablo?... ¡A la mierda fuera de aquí!”—, así las gastaba aquel tipo esperpéntico.

Antigua casa de Francº Carreño.

Por estos andurriales desfilaron conocidas familias cehegineras: Montealegre; Peñalver; Espejo; García-Ripoll; Carreño; Paco 'el de la música' (Organista); Ramón 'el Zarra'; 'La Faita'; Partierra; Palicos; el obrador de Juan 'el Tortas'; Abril; Ibernón; Piñero; García Pareja; Barbería del Avellanero; Panadería Ródenas; Hita; y muchas familias más. Fue zona muy concurrida antaño, a la altura de la casa de las Columnas descienden las calles: La Luna, y Cadena (según dicen existió una cadena a modo de frontera entre la zona cristiana y mora). Y así podemos continuar el periplo en distintas direcciones; mientras que a la derecha bajan aun más el callejón más estrecho de la localidad, donde se juntan los tejados, y otro más ancho que cae en el antiguo obrador del turronero tío Nevao. 

Si seguimos calle Unión abajo, llegaremos a la Placeta de Los Carros, pero antes pasaremos por la casa de Juanito Massa, en aquel domicilio se perpetró un martes de carnaval la leyenda de la muerte de Massa, donde fue asesinado a facazos por dos enmascarados, un crimen sin desvelar, aunque se dice que la imagen del asesino quedó plasmada en las pupilas del muerto; después tenemos la casa de Rosita Pareja, cuyo tío fue un famoso miniaturista, ―el nombrado antes García Arévalo, en la calle de atrás― entre otras obras hay que destacar los retratos de los reyes Alfonso XII y esposa, pintados en sendos huesos de aceituna o cereza, así como diversos retratos en pequeños camafeos.

Calle La Unión (Antigua Casa Parroquial).

Y colindante “La Casa de los Curas” durante muchos años Sede Parroquial, donde habría que recordar al entrañable Don Gumersindo Corbalán, párroco durante más de 15 años; cuando llegó a Cehegín cuentan que le presentaron a Juana ‘la Menea’, popular y lozana dama, vecina colindante de la iglesia, cuando tomó posesión el párroco, le presentaron a los vecinos de la parroquia: “-Aquí le presento a la Menea…” – “Tanto gusto…,” contestó el socarrón cura, los asistentes se echaron a reír irónicamente, pero el cura se quedó extrañado sin entender el jolgorio. 

Placeta de los Carros.

Y llegamos al final de la calle, donde también se ubicó en los 50 del siglo XX la oficina de la Compañía Eléctrica, dirigida por Antonio Cano, en la mencionada Placeta de los Carros, justo debajo del Hospital de la Real Piedad, para desembocar en la calle Manuel Ciudad, donante de la casona ubicada encima y que fue colegio de las Monjas muchos años. Antes llamada calle Bovera. Pero esta ruta la emprenderemos otro día.

FUENTES: Tradición oral; Diversos archivos locales; Fotos: A. Gonzalez.

GENERAL CARREÑO

 EL GENERAL CARREÑO.

(UNA SAGA DE CAPITANES CEHEGINEROS)

(Cuyo nombre y escudo reza en la calle perpendicular a la calle Mayor de Cehegín)


Una larga tradición guerrera desde la llegada del 'Rey Sabio' Alfonso X,  avala a los cehegineros. El licenciado Cascales se hace eco de muchas de estas hazañas y otras las hemos escuchado o leído en tantas referencias. 

Comencemos con MARTÍN CARREÑO (capitán la Caballería 1490). Conocido como El Tuerto, intervino en la Batalla de las Alpujarras, bajo las banderas de Luis Fajardo, donde se cubrieron de gloria nuestros paisanos, en cuya batalla fue testigo presencial y cronista Ginés Pérez de Hita que compuso un romance: “De Zehegín han salido  / otros doscientos soldados, su capitán es Carreño / hombre en guerras avisado”.

En esta ocasión mandaba la infantería nuestro capitán Alonso de Góngora Jiménez. (La referencia nos la deja así mismo Marín de Espinosa).

Pedro Fajardo obliga al levantisco Marqués de Villena a entrar en la obediencia de doña Isabel de Castilla; durante la Conquista de Granada, son cientos de intervenciones guerreras las de los soldados y capitanes cehegineros, y existía una larga referencia de que iban varios entre los llamados Cien Caballeros de la Reina.

En la nutrida familia de los Carreño cehegineros, don Damián Carreño Carreño fue un personaje bastante interesante. Nacido en el año 1650. Hijo de don Antonio Carreño y López, y de doña María Carreño Yáñez-Espín. Don Damián fue Caballero de la Orden de Santiago, llegó a ser gobernador del Campo de Montiel, ocupando varios cargos también en el concejo de la villa de Cehegín, como regidor y Alcalde de la Hermandad por el estado noble.  Casó con doña Inés de Castro y Diente Morales, y de este matrimonio nacieron don Miguel Agustín Carreño y Castro, que fuese brigadier y Coronel del regimiento de infantería de Burgos, José Francisco Carreño, caballero de Calatrava y de doña Bárbara Josefa Carreño y Castro.

Y llegamos al citado personaje principal Miguel Agustín Carreño Roca de Castro y Muñoz, nació en Cehegín el día 1 de febrero de 1680. Era hijo de los citados don Damián Carreño y Carreño y de Doña Inés de Castro y Diente Morales. Siguió toda la carrera militar hasta alcanzar el grado de Teniente General, fue Gobernador de varias plazas africanas. 

Don Miguel Agustín fue Coronel y Brigadier del Regimiento de Infantería de Burgos y Comendador de Puertollano desde 1.745 a 1759, y también Caballero de Calatrava, en cuya Orden ingresó el 19 de Enero de 1745. Mariscal de Campo de los Reales Ejércitos, luchó en Portugal, Italia y Francia, alcanzando el grado de Teniente General. Fue Gobernador de Ceuta desde 1754 hasta su fallecimiento acaecido en dicha plaza, el día 1 de octubre de 1759. El general Carreño pertenece por línea paterna a una ilustre familia de fortísima raigambre ceheginera, ya que tanto su padre como su abuelo y su bisabuelo fueron nacidos y fallecidos en Cehegín. Su escudo luce en una de las casas exentas, a doble esquina, en las calles Mayor y la de su nombre.

EN LA CASA DEL GENERAL CARREÑO.- Edificio de carácter civil de siglo XVII, de estilo barroco. Posee dos plantas y ático. Destaca en su fachada lisa el escudo nobiliario de la familia, que está en posición esquinada y en el reza a su alrededor la siguiente leyenda. «ESTAS ARMAS DE LOS CARREÑO MANDO HACER DOÑA LUISA NZO CARREÑO ROCA. AÑO DE 1680». Según nos cuenta Andrés Baquero Almansa en su obra Rebuscos y documentos sobre la Historia de Cartagena, Cehegín, Mula y Murcia (1902): "...el Excmo. Señor D. Miguel Agustín Carreño, que después de haber ocupado en la milicia todos los grados, así inferiores como subalternos, llegó al que hoy meritísimamente goza de Teniente General de los Ejércitos de S.M. Católica, y así mismo se halla Gobernador de la plaza y presidio de Ceuta."

Otro vínculo de los Carreño: Casa DEL CONCEJO.- Abriendo la actual plaza del Castillo, se encuentra este edificio del siglo XVII, que es de estilo Barroco. Fue en un primer momento cárcel y posteriormente Ayuntamiento; hoy alberga el Museo Arqueológico (compartido con el Palacio de los Fajardo). Es un edificio de dos plantas, el inferior constituido por un porche, de dos arcos de medio punto sobre una columna toscana. El segundo cuerpo con dos vanos enmarcados por pilastras toscanas, sobre las que se desarrolla un frontón triangular de remate. En el entrepaño de esta composición destaca el escudo de armas de la ciudad y bajo este existe una placa con la lectura: «LA OBRA DE ESTAS CASAS I CÁRCEL SE ACABARON SIENDO ALCALDES ORDINARIOS DESTA VILLA DON ALONSO CARREÑO QUIROS POR EL ESTADO DE LOS HIJOSDALGO I GONZALO (ADA) POR EL ESTADO LLANO. AÑO 1676».

FUENTES: Abraham Ruiz Jiménez y diversos archivos. (No obstante, por si alguien desea profundizar en el tema de los Carreño, existe un extraordinario trabajo de nuestro amigo e investigador Antonio Peñalver Corbalán sobre este personaje ceheginero, publicado en “La Panorámica”.)