Apodos de Cehegín

Diccionario del Noroeste

Recorrido por mi pueblo

martes, 22 de junio de 2021

PASEO POR EL CEHEGÍN ANTAÑÓN

UN PASEO POR EL VIEJO CEHEGÍN

CALLEJÓN DE LA CÁRCEL
Vamos a visitar el arrabal de poniente del castillo ceheginero, zona donde convivieron "Las Tres Culturas" en la antigüedad. Podemos introducirnos por el arco de la Cárcel, un ventanuco nos muestra el viejo calabozo del antiguo ayuntamiento y otra la inmensa bodega del palacio de los Fajardo y ya estamos en la encantadora placeta de las Eras Viejas, solar restaurado recientemente anejo a otra plazuela donde nacen las calles La Luna y Esparteros. 

PLAZUELA DE LAS ERAS VIEJAS

En la primera, “La Luna”, vivieron los hermanos Arrieros, la Ciega Josefina 'Miracielos' y más abajo la familia turronera “El Nevao”. 

FOTO “LA LUNA” Y  CADENA
Y la calle principal Esparteros, evocando ese gremio, que desciende paralela a la calle Mayor, en su mitad nace una estrecha calleja, la Cadena, según cronicones su nombre se debe a una cadena que dividía la zona cristiano-judía con la árabe, en Esparteros se sitúa el Juzgado local, edificio que perteneció al señor de Cehegín don Alfonso Álvarez Castellanos, y por los años 40 del siglo XX, lo ocupó el Cuartel de la Guardia Civil, (desplazado tiempo después al lugar actual en el barrio de las Maravillas).


FOTOS ESPARTEROS y TRASERO CASA ENCOMIENDA

En Esparteros vivieron populares personajes de esta villa como Modesto Espín y doña Gabina; el Maestro Buenaventura García-Ripoll, además de sastre, diestro violinista; Juan Noguerol, notable músico y su cuñado Rafael Florenciano, hábil artesano de la fragua y gran aficionado al "Arte de Cúchares"; por la parte trasera de la Fonda Lorencio salió Manolete hacia el coso ceheginero y allí le esperaba Florenciano, que le espetó: “¡Manolete, eres más grande que el callejón de doña Gabina…!!, ante cuya exclamación el torero le miró extrañado –“Y..., ¿Quién es esa señora…?”- 

En esta calle la familia Montserrate Chumillas ha restaurado la monumental casa-palacio de la Encomienda y en cuyo trasero aparece un bello patio imitando el estilo greco-romano. 


FOTO ESTAFETA CON TORRE

Y retornamos a la Estafeta, corazón de "las Tres Culturas", donde los gremios se esparcían por sus contornos. En esta zona, habitaron conocidas familias cehegineras relacionadas con el mundillo comercial y profesional, cercano a la plaza y los mercados semanales: Los Tonejas, del gremio de pescateros; el taxista Felipe Ruiz Valero; Juana la Jardinera; Vicente el Tobalo; Pepe Ródenas, asegurador y edil municipal: comienza en Esteban Zarco y termina en la placeta del Gral. Juan Jesús Mellado y Zafra, propietario de la casa del lugar, que adorna su fachada con bellas rejas y balcones de artesanía del hierro, este militar realizó toda su carrera en el siglo XIX, de soldado raso a suboficial, se jubiló con la categoría de general de brigada. Este inmueble estuvo, muchos años después, destinado a fonda; allí se hospedaron personajes como los famosos toreros Juan Belmonte, Rafael Gómez ‘el Gallo’ y numerosos personajes de la época. 


FOTO PLACETA MELLADO

Rodeando la ‘placeta Mellado’, moraron entre otras familias, El Niño Rojo; Jesús el Pavo, saxofonista de la banda y polifacético músico. En esta importante, aunque corta calle, cuentan que estuvo establecida la primera estafeta de Correos local. En mitad de la arteria deriva la reducida callejuela ‘El Águila’ hasta entroncar con Regino Lorencio. En la plazuela Mellado, nace la arcaica calle de las Columnas, cuyo nombre le viene por la vetusta casa-palacio, finalizando en la calle de La Unión, (ya comentada en este blog).


CASA DE LAS COLUMNAS.- Siglo XVIII y estilo barroco, fue la antigua Corregiduría. Es un edificio esquinado de dos platas con fachada lisa, en donde destaca su puerta de acceso enmarcada por dos columnas adosadas con un ventanal en la parte superior y en extremo un escudo nobiliario con guardapolvo, perteneciente a la familia Sánchez de Amoraga. Dichas columnas dan nombre a la calle donde se encuentra esta Casona.


FOTO CALLE COLUMNAS


FOTO CALLE AGUILA

Por esta vertiente, como el resto del casco histórico municipal se amontonan las casas, de tal forma que es una labor muy espinosa describir su situación y sus numerosas anécdotas. Por allí aún se conserva los singulares vestigios almohades, donde se esconden los secretos de mil batallas adosados en las antiguas murallas árabes unidas al Alcázar, seguramente las más importantes de la región. Bajamos por la calle de Regino Lorencio, canónigo del obispado de Cartagena, Provisor Eclesiástico, Vicario General, Juez Ordinario de Causas Pías y Testamentos. Doctor en Sagrada Teología y Magistral de la Sta. I. Catedral de Murcia y Director Espiritual de la Academia Politécnica Murciana. Una personalidad en la vida eclesiástica murciana. (En otra entrada de este blog, referimos con más detalle la figura de este extraordinario orador).


FOTO CALLE REGINO LORENCIO.

En esta cuesta, antes denominada San Zenón y Rocines, se ubicaban las legendarias tabernas de El Chaparro* y La Puñalá*, aquí vivió, mi amigo José el Buses, gran cantaor de saetas y flamenco, y el popular sacristán de la Magdalena, Luis Martínez, personaje notorio y polifacético por sus innumerables actividades, fundador de una escuela social nocturna para jóvenes obreros, y por la popular chocolatada en la Misa de Alba el día 8 de diciembre, a la sazón “Día de la Madre”. Por estos barrios, pululaban numerosos tipos de la facundia, como El Chelé, el Chete, el Alejo Menor, el Toti, y otros muchos que daban colorido y gracejo a esta barriada.


FOTO MARMALLEJO Y PEÑICAS

En dicha vía existen casas de verdadera ganga, como la de Juanico ‘el Alejo menor’ que estuvo tiempo en venta por 5.000 ptas., y enlaza con calles como; Peñicas, nombres que evocan los despeñaderos riscosos de las faldas de la fortaleza ceheginera, y que nos conduce directamente a la plaza de la Soledad. Por este trayecto se unen las calles de Sta. María Magdalena (debajo de la Iglesia) donde aún se conservan pasos elevados y restos de la muralla del Castillo de Cehegín, Villegas, Revueltas, Marmallejo, Rocines, Maiquez, y Riscales, otro topónimo relacionado con los riscos y peñascos que cimentaban las vetustas murallas del fortín. 

 FOTO 'VILLA MIS ABUELOS' EN RISCALES y PEÑICAS

Todo un microcosmos medieval, donde el paseante introduce su imaginación en numerosas aventuras de capa y espada, que hacen posible el grupo teatral que interpreta escenas de las historias de legendario Martín de Ambel.

Fuentes: Tradición oral y archivo municipal. 

viernes, 18 de junio de 2021

LA FERIA DE GANADO DE CEHEGIN

FERIAS DE GANADO EN CEHEGÍN

La Feria en las Eras de la Tercia en pleno apogeo.

Estamos en 1900, corren nuevos tiempos en Cehegín. El cólera ha desaparecido. Y preside el ayuntamiento don José Navarro de Cuenca (Don Pepe Navarro) muy contento con la recién estrenada plaza de toros, un ilusionado proyecto, por fin consumado. En la villa viven ya 11.500 almas. Los pobres, la 4ª parte de la población, van a gozar de asistencia sanitaria y ya se realizan vacunaciones. Solo hay dos escuelas, una de niños y la otra de niñas, el analfabetismo ronda el 70 %. Y por fin se instala el alumbrado eléctrico y se inaugura otro sueño: la nueva feria de ganado y artesanía expuesta en las Eras de la Tercia desde el 7 al 17 de setiembre. Como escribe nuestro cronista y archivero municipal Jesús Hidalgo: “Una época de exaltación, las celebraciones, la música, las mujeres”. Y un texto de otro antiguo comentarista: “…allí aguardaba un distinguido personal, donde brillaba el sexo femenino, con su típica gracia y elegante apostura...” El núcleo central se instala en el sempiterno Paseo de la Concepción, desde donde asciende al cielo un globo confeccionado por el poeta Jesús Hernández Puerta y algo tan típico de las ferias, las casetas de juguetes, la luces, las guirnaldas y banderitas, y la Banda de Música, dirigida por el maestro Joaquín Nogueras, que ofrece bellas piezas en el palco engalanado con aureolas y aliños. Unos chateándose con vino en el chiringuito de Juan Zarco. Y muchos aparejamientos a la luz de la luna lunera con besos a hurtadillas por los rincones de los 'Cuatro Caminos' y postreras serenatas bajo la ventana de la cortejada. 
 
Los carruseles en el Paseo de la Concepción -Años 50-

Pasan los años y en plena II República, se desligan ambos festejos y dos semanas después de las fiestas patronales, se realiza la Feria de Ganado en Cehegín, en dichas Eras de la Tercia, (hoy urbanizadas, viviendas, escuelas, Espacio Joven, Centro de Salud, Casa de la Cultura, etc.) En aquellas grandes empalizadas acudían ganaderos y agricultores, además de los lógicos marchantes, gitanos y tratantes de numerosos lugares. Dicen los que han practicado el oficio o los que lo han padecido, que, “para ser tratantes había que tener unas características muy especiales como capacidad de persuasión, 'labia' que se diría ahora, apreciar la calidad del ganado sin mostrar interés, temple para no calentarse, saber examinar la dentadura de los animales, etc.” Lo cierto es que el bullicio acaparaba la tranquila vida de aquel barrio de las Maravillas. 

 

Preparándose para el cortejo de la feria en la plaza de la Verja (a la derecha el quiosco de Juan Gil). 

Por esa época las cifras rondaban por 4.000 cabezas de ganado lanar y cabrío, 220 de caballar y mular, unos 350 asnos censados y sobre las 20 de vacuno, todo ello sólo en el Término Municipal. Pero, ¿por dónde entraba y salía el ganado de Cehegín? ¿Cuáles eran esas Vías Pecuarias? ¿se podrían desarrollar como rutas turísticas en la actualidad? … Aquí tenemos una crónica de Antonio Guirao Semitiel (por cierto hermano de un recordado carnicero, Juan de Dios Guirao "Morote"), en la publicación de Cehegín "Don Pio" del año 1913, referente a estas preguntas: "La entrada que tienen los ganados procedentes de Moratalla, sale de las cañadas de ésta, pasa a la casa de Burgos y sale al Saltador y sigue a la casa de don Pedro Hidalgo en los Tajadores. Y la salida sale del Barranco del Moro a la cañada de los Chicos; sigue por el terreno de don Pedro Rodríguez, cercado de los Martínez y por la cañada de S. Ginés sube a la cañada del Calvo por la casa de Juan-Antonio Suitero y desde la era de D. Antonio Ros va a S. Agustín, que es donde tiene la salida dicho mercado a esta vereda y sigue por la cañada de doña Ana Miñano al Quípar, subiendo por el pie del Cabezo de Ródenas, (Begastri), a la fuente del Abad". 

Algunas publicaciones recuerdan aquellos tiempos: "Aún no habréis olvidado las atenciones de que fuisteis objeto el año 1937 por las autoridades y pueblo de Cehegín cuando acudisteis a su feria de ganados que tanto éxito alcanzó. (El alcalde: Francisco Martínez Egea)”.

Otro bando anima a los ciudadanos a concurrir al evento: “En el presente año de 1938, este Excmo. Ayuntamiento, pese a los graves momentos en que vivimos, (los españoles sufrían ya la zozobra de la triste guerra), ha organizado su Feria durante los días: 28, 29 y 30 de septiembre, y 1, 2 y 3 de octubre. Cuantos ganaderos lo deseen podrán concurrir, dando el realce y prestigio merecido.  El día 1° de octubre a las 5 de la tarde, se celebrará un Concurso en el que sólo participará el ganado que esté en el recinto ferial. Las autoridades junto al jurado presidirán el acto y adjudicarán los premios en metálico a los mejores ejemplares: caballar, asnal, vacuno y ovino, según las condiciones del concurso. El alojamiento de las caballerías es gratis con hierbas de todas clases y abrevaderos abundantes. No dejéis de acudir. POR EL AYUNTAMIENTO. El alcalde interino: Salvador Guirao Fernández.”

 
 


El año 1939, finalizada la Guerra Civil, hay otra proclama semejante con interesantes variantes que vale la pena ponderar de la cual extractamos: 

“CEHEGIN FERIA DE GANADOS: ¡GANADEROS! Esperando que la feria sea concurridísima como años anteriores, hay que señalar que las condiciones del concurso siguen como el año pasado. Y además se festejará con una GRAN NOVILLADA Y FORMIDABLES PARTIDOS DE FÚTBOL, durante dicha Feria, cuyos actos se anunciarán oportunamente. Septiembre 1939,-Año De La Victoria. El Alcalde, Pedro Gamboa Teruel.” 

Estos son antiguos recuerdos de épocas en que la vida agrícola y ganadera formaba parte de la sociedad ceheginera, donde aún no estaba tomada por el tufillo de los ruidosos automóviles y en la que la presencia del ganado era indispensable para el funcionamiento de la productividad. 

 Nota: Algunos datos y fotos extraídos de diversas publicaciones y del Archivo Municipal.