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viernes, 26 de agosto de 2016

LAS PISCINAS Y LAS VERBENAS DE FIESTAS.

“Las piscinas” y las verbenas.


“Las Piscinas de las Eras de la Tercia” fue para aquel Cehegín recién salido del sombrío hoyo de la doliente posguerra como un renacimiento para la juventud…, Así llamábamos al entorno del 'Patio Festero y Lúdico', una especie de polideportivo “en pobre”, … también conocido como la OJE (Organización Juvenil Española), donde quedó construida, una piscina olímpica de 25 metros, y equipada con un sencillo trampolín donde los más atrevidos realizaba toda suerte de equilibrios y acrobacias –que no era poco, para aquellos primeros años de una sociedad en “vías de desarrollo”, como se designaba a nuestro país—.


En aquel ‘oasis estival’ aprendimos más de uno a nadar, casi todos a la manera "perro", incluso practicamos, más adelante, los estilos de la natación: Crow; Espalda, Mariposa, Libre, etc...


En aquellos días de la canícula, la piscina se desinfectaba minuciosamente y se llenaba con agua del Canal de Taibilla. No existían depuradoras, ni los productos antialgas, ni nada similar y cuando el líquido elemento mutaba en color verde y el suelo resbalaba por los espumarajos de las algas a riesgo de ocasionar infecciones a los bañistas, la piscina se vaciaba y limpiaba de nuevo.


La temporada de baños se iniciaba el día 13 de junio, san Antonio, el conserje Alfonso Melgares se encargaba de controlar los horarios y cobrar la entrada, además de otra cuestión muy importante, vigilar que ningún zagal se colara en el turno de baños exclusivo para las chicas que era de mañana hasta las 2 de la tarde más o menos…



Como se puede observar en la foto se aprendía a nadar con cámaras desechadas de ruedas de automóvil, a no ser que el tío de Mataró nos trajese en vacaciones un flotador de colores como se utilizaba en Cataluña. 
Se prohibía bañarse juntos, aunque parezca extraño, así era la anacrónica mojigatería de la época nacional-catolicista, lo cual originaba la proliferación de 'voyeur' o reprimidos mirones con prismáticos incluidos que desde las ventanas y terrazas vecinas se dedicaban a otear a las esbeltas zagalas en flor, cuando lucían su palmito en bañador bajo el vehemente sol del mediodía. 
Y ya en turno de tarde acudían sólo hombres. 



En el mismo patio del recinto, también se impulsó el balonmano y otros deportes para la juventud ceheginera. Además de las distintas actividades deportivas, se organizaban cada año las famosas Verbenas de Fiestas Patronales, bajo los fulgores plateados de la envidiosa luna que coqueteaba con el agua al ritmo evocador de los boleros y melodías románticas que tan admirablemente entonaban ‘Juan Marcial y la Orquesta Tureskán’… Algunas noches, después de la verbena, este joven "crooner" Juan Marcial, acompañado de amigos de la localidad, solían irse de ronda a cantarle canciones a las chicas. 
Sería excesivamente prolijo enumerar los cantantes y músicos que actuaron en aquel escenario: Rocío Jurado, Alberto Cortez, Dúo Dinámico, Los Panchos, María Dolores Pradera, los Tres Sudamericanos, Camilo Sesto, Victor Manuel y Ana Belén, Rocío Dúrcal, Mari Trini, Massiel, Luis Eduardo Aute, y una larga lista de célebres artistas, siempre en el cenit de popularidad. 
Numerosas anécdotas avalan el éxito de aquellas verbenas: "Dani Daniel, en pleno apogeo, recibió tal llenazo que, al percatarse de la gente que se agolpaba en las terrazas vecinas, les dedicó una canción." Adquirieron tal fama estas veladas al aire libre que acudían extraordinario número de forasteros, de la comarca, incluso de la misma capital murciana.

Orquesta 'Los Flamingos'

Otros grupos como Los Premiers y los Flamingos, asiduas orquestas al uso en aquellos prodigiosos años cehegineros, con románticas canciones de bailes agarrados, cuando tantas parejas se iniciaban en el ‘ceñimiento’ junto a la piscina y el tenue jardín. 
Así eran parte de los inolvidables y maravillosos años 60/70 del siglo XX.
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