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domingo, 2 de junio de 2019

AGUA Y AGRADO

“Agua y agrado que no falte”


¡Nada, que no llueve por el Sureste español ni a tiros!, y en particular por nuestro Noroeste de Murcia, es que solo nos obsequia el cielo con algún triste ‘matapolvos’ pero la sequía se apodera de nuestro territorio, y los meteorólogos nos amenazan, como cada año, con un estío amenazadoramente caluroso. La solución para mitigarlo: LA ANSIADA AGUA PARA TODOS.
El ser humano precisa dos litros y medio de agua al día como mínimo. Es un componente casi tan importante como el aire. Una persona puede vivir varias semanas sin comer, pero sólo unos pocos días sin ingerir líquidos. Como tantas falsas creencias, el agua no engorda. Por el contrario sirve para quitar la sensación de hambre y de esa forma comer menos (así que ya saben el sistema para perder kilos). La mayor parte del agua nos llega a través del alimento y las bebidas y se elimina por los riñones y también por la piel, los pulmones y los intestinos. Sin duda el agua es imprescindible para la vida. Representa más del 60 % del peso del cuerpo humano y más aún en un recién nacido. Contiene los minerales precisos para el buen funcionamiento del organismo (calcio, yodo, cobre, etc.) algunas aguas son ricas en magnesio, hierro, sodio y otros componentes. Pero… ¡ojo!, hay que tener cuidado con las que lleven restos de plaguicidas y detergentes. Nos pueden jugar una mala pasada.
Es obvio que el agua también tiene otras utilidades además de las mencionadas. Por ejemplo el masivo uso, imprescindible en el aseo y limpieza, no sólo de cuerpo, también en otros menesteres. Al ser un bien escaso en estos tiempos, obliga a ahorrar cuanta sea posible. Lo cierto es que no nos mentalizamos e incluso algunos son tan escépticos y egoístas como mi vecino Juanico el Perchao: “Mira Antonio, no me vengas con sermones ecológicos, hay agua de sobra y si no, vente un sábado conmigo a lavar el coche y verás las colas que se forman. Si derrochan a toda presión… ¿cuánta desperdiciarán en sus hogares…?”



Pero quizá donde más agua se consuma sea en la agricultura. Los métodos principales usados para el riego son la inundación, los surcos, los aspersores, y el riego por goteo. Por desgracia y debido a las diversas contaminaciones a que se ven sometidos los acuíferos, se corre el peligro de agravar los problemas que acarrea el índice de nivel freático con el consumo desmedido de agua. Desde el sistema de regadío iniciado por los romanos y perfeccionado por los árabes, sistema practicado principalmente en los valles aluviales de origen fluvial, como los ríos levantinos, hasta la construcción de pantanos y embalses, el agua ha sido un elemento básico para la configuración de la producción agrícola. Los ríos valencianos y murcianos y sus acequias riegan miles de hectáreas.
Invariablemente se han planteado numerosos pleitos por los riegos. Las Juntas de Aguas casi siempre han resuelto los enfrentamientos y la más conocida quizás sea El Tribunal de las Aguas que desde la edad media ha solventado los conflictos entre los regantes del río Turia. Sin duda que el problema del agua es uno de los más conflictivos de nuestras tierras y donde peores avenencias se resuelven entre los agricultores, ya de por sí un colectivo desconfiado y tradicional donde los haya. Acostumbrados a regar cuando les apetezca y sin ningún tipo de trabas, sobre todo los llamados regantes de privilegio, no parecen adecuarse a los tiempos de sequía que sufrimos y por ende, recelosos de los nuevos sistemas de regadío. Y no digamos cuando el agua se utiliza como mediática arma arrojadiza en las disputas políticas.


En estas tierras del ‘cauro’ murciano, gozamos de numerosos pozos acuíferos, así como innumerables fuentes que en otros tiempos surtían nuestros ríos y nos hacían disfrutar de su riqueza y virtudes terapéuticas para distintos órganos de nuestros cuerpos. Pero eran otros tiempos y otras necesidades. Por ello, vivimos una época en la cual hay que aprender de nuevo a utilizar racionalmente el agua, sin alegres derroches. Paradójicamente el agua cuesta más cara que el vino, porque hay que ver el agua para gourmet de precio estratosférico que se consume hoy. Y es que creemos que es más sana el agua tratada, sobre todo envasada en plástico reciclado, cuando, según  expertos higienistas, el agua 'del grifo' esta mucho más controlada, sana y barata. 
Otro de los graves problemas que está sacudiendo el mundo es el arrojo indiscriminado de  basuras de todo tipo que evacuamos en el mar, lo que está produciendo un auténtico desastre ecológico en la flora y fauna.



 No es ninguna broma, así también debemos restringir la emisión de gases que provocan una concentración de calor, el conocido “calentamiento de la atmósfera” que es la causa principal del cambio climático (desastres meteorológicos, pérdidas de cosechas, subida del nivel oceánico, etc.)



La espoleada actividad industrial, la tan cacareada sociedad del bienestar –calefacción/refrigeración-, la combustión de carbón y petróleo ha liberado en la atmósfera gran cantidad de dióxido de carbono formando una especie de techo de cristal –como una especie de invernadero- lo que hace aumentar y dejar atrapada la luz solar que en condiciones normales escaparía al espacio. Hay países que se preocupan de este tema, pero otros, entre los cuales, paradójicamente, se encuentran los EE.UU., hacen caso omiso, pretendiendo la impunidad sin temer a los efectos devastadores que ya se van haciendo notar, como los últimos huracanes en el Caribe o el Índico. Y ¡ojo al parche…! Ahora resulta que no sólo los yanquis, también España pertenece a la lista de perturbadores del llamado “efecto invernadero”, seguramente por nuestra condición de ‘país desarrollado’.
 Lo cierto es que, ¡menuda herencia vamos a dejar a nuestros nietos! Porque las previsiones no pueden ser menos halagüeñas si se produce el famoso calentamiento de la tierra: elevación del nivel del mar hasta 65 cm. antes de  finales de siglo, produciendo la desaparición, por un lado y la desertización por otro, de grandes extensiones de terreno, hoy auténticos vergeles.
(NOTA: Algunos datos extraídos de diversas publicaciones)
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