FRAY PABLO MANUEL ORTEGA Y EL ARA DE BEGASTRI.
Hoy traemos noticias de una figura algo olvidada: Fray Pablo Manuel Ortega, nació en Honrubia 24/12/1691. Terminado el noviciado permanece en distintos conventos de la región murciana y sureste español, allí reside muchos años: Alicante, Almería, Albacete, y nuestra tierra, donde fue relatando sus investigaciones y vivencias, comenzando por quejarse de los escritores españoles: Escribieron poco o nada de estos países y sus grandezas y con solemnes desaciertos… Tengamos en cuenta que Ortega trata de las ciudades, villas y lugares de la provincia franciscana de Cartagena.
Vista general del convento y colegio de los franciscanos. |
Huella del gigante |
Antiguamente, contaban
nuestros antecesores de unas huellas de pies gigantescas observadas en algunos
parajes de nuestra comarca, quién sabe si eran de la misma persona. Incluso
relataban los viejos del lugar que por la cima de la Peñarrubia se destacaban
las enormes marcas de pies humanos, y se decía eran de una gigante que
habitó en una de las cuevas de nuestra "montaña mágica".
También investiga Ortega en el
Colegio misionero de Cehegín sobre lápidas e inscripciones begastrenses en su
Chorografía, donde escribe: “...el 29 de
setiembre de 1755 pasé por la casa de la huerta en donde dicen se guardaba una
lápida, a su dueño, Salvador Sevilla, le pedí verla, y me respondió:
-"Padre, era una piedra inservible y la hicieron pedazos, y es que sobre algunos trozos
majaban esparto y lino, y ya fueron reducidas a granito.-" El franciscano intentó
localizar y recuperar dicha tabla de mármol pero, por entonces, al parecer ya
estaba desaparecida y destruida, como le confirmó el labrador y no recordaba
dónde podrían hallarse.
Un fraile, coetáneo de la época del hallazgo, la dibujó
y describió a la perfección. Esta tabla nos da varias noticias importantes, y
entre ellas, la del culto a San Vicente, muy extendido en todo el Levante
español desde época visigoda, quizás antes.
Posteriormente su culto pervivió con fuerza entre los mozárabes, después de la conquista musulmana. Cabe pensar que se refiere a la que se halló en 1626 en el Cabecico Ruenas (Begastri), una lápida de altar, hecha en mármol, con una inscripción: En el nombre del Señor, Hodoacro Minus, Obispo de la Iglesia de Begastri, consagró esta basílica de San Vicente en el tercer año de su pontificado. Ya en el colegio de Misiones, un religioso le mostró un trozo de la indagada lápida, que estaba mamposteada en la pared del nuevo camarín de la Virgen de las Maravillas.
Lo más curioso es
que habla de un obispo de Begastri, y que fue descubierta en 1626, aunque la ubicación de la ciudad siguió siendo
desconocida, de modo que nadie asoció la lápida con ella, hasta que en los años
70 del siglo XIX, Aureliano Fernández-Guerra, en su obra “Deitania y su cátedra
episcopal de "Begastri" la confirmó como el Ara de Begastri.
(NOTA: Algunos datos extraídos de diversas publicaciones.)