LOS ESTEREOTIPOS
Así los retrataba el
inmortal Gracián en su célebre obra El Criticón. “El catalán es tacaño, el
vasco orgulloso, el andaluz perezoso, el gallego desconfiado, el murciano
basto, el valenciano vanidoso, el aragonés cabezudo, etc.”
Los estereotipos son creencias que surgen y se comparten en grupos de determinadas cultura. Es obvio que también hay muchos catalanes generosos, vascos humildes, andaluces laboriosos, aragoneses razonables, y murcianos finos…, Gracián también asevera en su Criticón que los males se desparramaron por el mundo como el mito de la caja de Pandora: la Soberbia topó con la España y allí se perpetuó; La Codicia se apoderó en toda la Francia; el Engaño trascendió a toda Italia; la Ira echó por rumbo y pasó al África; la Gula, junto a su hermana la Embriaguez se sorbió toda la Alemania; la Inconstancia apartó a la Inglaterra; la Simplicidad a la Polonia; la Infidelidad a la Grecia; la Barbaridad deformó a la Turquía; la Astucia a la Moscovia; la Atrocidad a la Suecia; la Injusticia a la Tartaria; las Delicias a la Persia; la Cobardía a la China; la Temeridad al Japón; la Pereza llegó tarde y se marchó a la América a morar entre los indios. ¿Y la Envidia…, que le ocurrió a la Envidia…?
Los estereotipos son creencias que surgen y se comparten en grupos de determinadas cultura. Es obvio que también hay muchos catalanes generosos, vascos humildes, andaluces laboriosos, aragoneses razonables, y murcianos finos…, Gracián también asevera en su Criticón que los males se desparramaron por el mundo como el mito de la caja de Pandora: la Soberbia topó con la España y allí se perpetuó; La Codicia se apoderó en toda la Francia; el Engaño trascendió a toda Italia; la Ira echó por rumbo y pasó al África; la Gula, junto a su hermana la Embriaguez se sorbió toda la Alemania; la Inconstancia apartó a la Inglaterra; la Simplicidad a la Polonia; la Infidelidad a la Grecia; la Barbaridad deformó a la Turquía; la Astucia a la Moscovia; la Atrocidad a la Suecia; la Injusticia a la Tartaria; las Delicias a la Persia; la Cobardía a la China; la Temeridad al Japón; la Pereza llegó tarde y se marchó a la América a morar entre los indios. ¿Y la Envidia…, que le ocurrió a la Envidia…?
El gran poeta Miguel
Hernández en su poema “Vientos del Pueblo”, canta así a las gentes de España:
“… Asturianos de braveza, vascos de piedra blindada, valencianos de alegría y
castellanos de alma…., /…. andaluces de relámpagos, nacidos entre guitarras;….
extremeños de centeno, gallegos de lluvia y calma, catalanes de firmeza,
aragoneses de casta, murcianos de dinamita frutalmente propagada, leoneses,
navarros, dueños del hambre, el sudor y el hacha…,”
La verdad es que en todas las afirmaciones varían los diagnósticos, y así vemos que los estereotipos obedecen más a emociones, opiniones cambiantes y humores, que a pruebas reales, la realidad es que suelen ser muy simples y siempre muy complejos. Por eso queridos amigos, no nos dejemos influenciar por opiniones externas y saquemos nuestras propias conclusiones cultivando las buenas amistades, sean originarias de cualquier rincón de este planeta, color, lengua o cualquier seña de identidad. Como dice cierto refrán: “En todas partes se cuecen habas…”