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domingo, 15 de mayo de 2016

San Isidro "el labrador"

SAN ISIDRO EL LABRADOR

¡Feliz día para todos los del campo...!

"San Isidro el labrador, pájaro que nunca anida, 
no le pegues al chiquillo... que él no perdió la petaca!..."

(Antigua copla)


San Isidro el labrador nació en el Mayrit musulmán (Madrid), fue un labrador mozárabe que estuvo posiblemente al servicio de la familia Vargas y de otros tantos señores terratenientes de aquellos lares.
Parece ser que una de las primeras ocupaciones de Isidro fue la de pocero, o sea, cavar pozos, al servicio de la familia Vera hasta que se trasladó a trabajar a Torrelaguna, donde contrajo matrimonio con una chica del pueblo llamada María Toribia, conocida más tarde con el nombre de Santa María de la Cabeza. 
Fruto de su matrimonio tuvieron un hijo llamado Illán. 
Al cabo de unos años la familia regresó a Madrid, para cuidar las tierras de la familia Vargas. Fue en ese momento cuando Isidro realizó las tareas de labrador y pasó a ser conocido popularmente como "Isidro el labrador". Falleció en el año 1130. 
Sobre la figura del santo se han vertido muchas narraciones populares. La más conocida representa a un hombre muy piadoso que tenía que soportar las burlas de sus vecinos porque cada día iba a la iglesia antes de salir a labrar el campo. A veces, Isidro, llegaba algunos minutos tarde al trabajo y sus compañeros lo denunciaron al patrón Juan de Vargas, por holgazán, éste, lo quiso comprobar personalmente, y un buen día se escondió tras unos matorrales a medio camino entre la iglesia y la finca, Vargas recriminó a Isidro su actitud, sin embargo, cuando llegaron al campo, vieron con sorpresa que los bueyes estaban arando solos la parte que le correspondía al buen Isidro. El amo entendió aquél hecho como un prodigio del cielo.


Así mismo, otro relato nos cuenta que en un año de sequía y temiendo por la rentabilidad de la hacienda de su amo, Isidro con un golpe de su arado hizo salir un chorro de agua de la tierra. Salió tanta agua que pudo abastecer a todo aquel Madrid.

Imagen de San Isidro (Cehegín)
El aprecio a San Isidro es notable para todos los que trabajan en el campo, por ello es el patrón de los campesinos y de los viticultores, así como de los ingenieros técnicos agrícolas.
Cabe recordar que bajo el nombre de "San Isidro" se organizan durante los días colindantes a su onomástica diferentes ferias agrícolas en numerosos pueblos de España.

Agricultores cehegineros con su cabalgaduras.
Y como no podía ser de otra manera, aquí en Cehegín también evocamos la figura de este patrón. El sábado anterior siempre se honra al santo en la tradicional romería de S. Isidro, con desfile de caballerías y carrozas recordando las faenas campestres, y cuadrillas de animeros, cantando y bailando danzas tradicionales de la tierra. Como es costumbre corre el vino y la pitanza.

Cuadrillas de animeros.

Y ya el domingo, se celebra la eucaristía en honor del santo patrón, a la intemperie de los parques cehegineros. 
Una referencia de esta fiesta es la famosa tormenta que cayó cierta tarde de mayo de 1960, cuando la procesión de San Isidro discurría por la Cuesta del Parador. Fue de tal magnitud la granizada que cayó sobre nuestra ciudad que no quedó un albaricoque de aquellas extraordinarias cosechas y que eran el sostenimiento económico de tantas familias cehegineras, en estas fechas ya un fruto afianzado… Los automóviles, algunos tejados u otros ornamentos quedaron señalados o abollados por el pedrisco. Pero lo más recordado fue el abandono del 'Santo' en medio de la cuesta del Parador, frente al antiguo estanco de Julián, y la huida de los fieles para protegerse como mejor pudieron ante la agresividad del torbellino. La imagen del pobre san Isidro sufrió una buena ducha y algún rasguño e incluso una de aquellas bolas de granizo fracturó uno de los dedos.

Romería del Santo.
Lo cierto es que unas veces por el variable tiempo propio primaveral, que nos obsequia con tormentas esporádicas que estropean la fiesta, otras permitiendo no sólo la procesión con el santo patrón de los agricultores, si no el resto de celebraciones que ofrecen un día de asueto para estos hombres del campo en honor de este venerable Isidro el Labrador. 
Y por desgracia, esta funesta pandemia de cuyo nombre mejor olvidarse, sigue amenazándonos por lo que se tendrá que suspender por segunda vez. Tendremos esperanza para poder celebrar al santo el próximo. Dios lo quiera.


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