BARRIADA DEL CABEZO
En el lugar donde se unen las
calles Manuel Ciudad y la Cuesta del Parador, una casa-palacio, espejo de la casa
solariega de don Amancio Marín en la calle Mayor, se entroniza dando paso a los visitantes que deseen recorrer las retorcidas arterias de la antañona barriada conocida como "El Cabezo"...
Este edificio fue residencia de unos de los hijos de don Amancio: don Juan Marín de Cuenca y familia, en donde se ubicó uno
de los bajos como central telefónica local. Según se cuenta, esta casa-palacio, fue construida por sus antepasados, a instancias de la viuda madre María Isabel, señora algo aprensiva, que no le gustaba mucho vivir colindante con un hospital en la calle Mayor.
Aquí iniciamos este nuevo recorrido y nos
adentramos en el Cabezo por el callejón entre la mencionada mansión y la
morada del farmacéutico don Antonio Bañón; barrio judío con un conglomerado de calles conocidas como
Vista Alegre, encima de Poniente y Sagunto casi todas con denominación de
gestas heroicas como Numancia, Las Navas, Bailén, Clavijo y Pavía.
Y desembocamos con la singular
calle Cantón, en recuerdo de un movimiento cantonalista decimonónico, quizás
único en Murcia junto al de Cartagena. La calle Cantón, cuyo nombre fue
cambiado después de la Guerra Civil por “Ortega Lorencio”, vivieron numerosos
personajes castizos de la localidad como: 'Magritas' el talabartero de
caballerizas y otras marroquinerías, uno de los más ilustres artesanos locales;
(también fue 'Magritas' secretario en la siega del popular novillero Pedro 'Veloz');
don Pepe 'el Herrador' y su hijo Jesús (ambos maestros de la elocuencia y el ‘biendecir’);
el maestro republicano Carlos Cabrera y su hija Lola, también maestra; otros protagonistas muy conocidos en la
localidad: Fidel Cruz; Antonio Piñero; familia de Paco 'de Demetria'; Juan 'el
Campanero'; Miguel Álvarez alcalde de Cehegín
en los años 40; la panadería de Antonio Noguerol; la carpintería de los 'Cañamones'. También se
ubicó la fragua de Pedro Carrasco ‘Mazantine’, hábil artesano de la forja del
hierro (Ver entrada en este blog) ..*.. Y pegado a la minúscula placita: Diego 'el Zapatero' hace poco honrada y titulada con su nombre ¡Casi ná...!
En aquella calle Cantón, junto a la citada herrería, se edificó hace poco la ‘Casa de las Monedas’ en recuerdo de un
grupo de niños que jugaban con un viejo cofrecillo; sorprendentemente, en uno de
los ‘porrazos’ que le propinaban jugando al fútbol, apareció, como un mágico cuento de Ali-Babá, una
cascada de monedas de oro de
la época isabelina.
Continuamos el periplo por esos aledaños y nos podemos desviar hacia la calle Vistalegre,
allí habitaron personajes como Juan Antonio ‘el del Bar Taurino’; José ‘el
Moyica’ y su cuñado José María ‘el Chispe’. Zona de vivencias y viejos oficios: numerosos alpargateros cosiendo interminable 'docenas' de pares: Juan 'Tostones', Vicente 'el Melva', 'el Periño', o mujeres
que elaboraban soga: 'La Sargenta', 'La Rodriga', 'La Ratona', o 'la Mata' que también
acudía a las matanzas a darle vuelta a la sangre o a llenar morcillas y darle
el punto y cuando se presentaba, ayudaba a las comadronas Maravillas la Cotes, y a Doña Consuelo
Mira Vidal la bienhechora matrona que vivía en la calle Bailén, justo frente
a su casa, se situaba la de Blas 'Madrugás', donde el bullicio no faltaba debido a
la cantidad de descendientes —crió a 12 o trece hijos—. En cierta ocasión lo
visitó un amigo después de muchos años sin verse y le preguntó: ¿“Cuántos hijos
tienes, Blas…?”- éste le contestó: “Tengo once…” -el amigo exclamó: -“¡¡Meee cago en diez…!!”- y el socarrón de 'Madrugás' le contestó
de nuevo: -“Pues ya que te pones, ¡cágate en los once…!”-
Enfrente hay un callejón, Calle Clavijo, donde se cocía pan y otros alimentos que llevaban las amas de casa, era el horno de la Laura y su sobrina Isabel. En suma un cúmulo de historias y anécdotas de la intrahistoria ceheginera repleta de vivencias de gentes que sin pertenecer a la burguesía, ni gozar de títulos deslumbrantes, formaban un microcosmos generoso, honrado y trabajador.
Calle Sagunto |
Recorriendo
el Cabezo llegamos a las inmediaciones de la calle Sagunto, paralela debajo de Vistalegre
y calle del Ángel, (zona plagada de arbollones que desaguaban los detritus y aguas pluviales en dirección al río Argos, pasando por la acequia y el conocido Huerto Ruenas); en esta calle habitaba un personaje ingenioso: Antonio de Gea 'Chamarreta' -también conocido como el 'Mudo del Hospital' y 'Catarrás'-, solía confeccionar juguetes con latas vacías y materiales reciclados y recorría las calles vendiéndolos en una
burrita y en el mercado de los domingos en la calle Mayor.
Y la aneja 'Cañaica', donde antaño se ubicó la carpintería del Frasquitoque, por allí, así mismo, vivió 'el Chancho', un antiguo limpiabotas, oficio hoy en desuso, también dedicado a innumerables
oficios, como el de castañero..., también recordamos a la familia de los "Chinos", parientes de la famosa cantaora Dolores Abril, que fue esposa de Juanito Valderrama.
Y el solar del Teatro Alfaro, -antes teatro Jacinto Benavente-, ..**.. (ver artículo especial en este blog), por aquí desfilaron los zarzueleros y cómicos más importantes del teatro español, así como
compañías de aficionados locales, y qué decir de los años dorados del cine
cuando las estrellas brillaban con luz propia. Así mismo vivieron y trabajaron
algunos de los gremios más humildes y artesanos: Fernando 'el Avellanero', que
entonaba una retantanilla ofreciendo: "Habas torrás, avellanas y
garbanzos...” O 'el Bigotes' y 'el Rojo el Torraos', modestos vendedores de aratones
(frutos del almez) los traviesos jovenzuelos lanzaban los menudos huesos como
proyectil a través de canillas a guiso de cerbatanas. Al calor del viejo teatro vagaban multitud de tipos pintorescos: 'Juan Sinmiedo', 'el Alpargatón', Juan José 'el Bomba' y su sobrino Francisco 'el Majito', 'el
Morroduro', 'el Seperiño', 'el Tijeras', Juan 'el Treshuevos', y 'el Vendecaro', 'el
Galeoto' y el Títere', populares maquinistas del cine, y 'el Quitapenas', que calmaban sus
penas y su sed en la entrañable taberna de Pedro de 'la Pichoncha'. (Ver artículo aparte en este
blog***) y llegamos a la calle Pintor Villacis, desde donde se divisa por un
callejón la placeta de los Carros y en el tramo superior la Barandica de la
calle Mayor.
Aquí en Villacis vivió una singular mujer barbuda, Ramona 'la Lavandera', mujer de
una limpieza pasmosa. Pero de esta señora y de otros muchos temas hablaremos en
otra entrada.
Fuentes: Tradición oral, y algunos archivos de historiadores.