Hornacinas y
azulejos de Cehegín.
Cuarenta azulejos conforman la imagen de nuestra patrona la santísima Virgen de las Maravillas, mampostada en la fachada del antiguo colegio de las monjas frente ala Barandica de Emilio de
Marco, aunque el grabado señero local se encuentra en la Cuesta de los Herreros,
concretamente en la casa que fue de Antonio el Toneja, allí preside su frontispicio
un azulejo morado con la Virgen
de las Dolores que data de 1779, y también la hornacina que luce a la izquierda
de la entrada a la Parroquia Mayor
de la Magdalena ,
con un interesante San Sebastián románico del siglo XV.
Según escribe el historiador ceheginero Salvador Martínez, todo ello procede de la costumbre medieval de instalar santos para proteger la entrada a las ciudades además de conjurar las epidemias de peste o cólera que azotaban la ciudadanía y que es extrapolable a la tradicional colocación de hornacinas que albergan imágenes religiosas en otros espacios públicos del Casco Antiguo de Cehegín. Así lucen numerosas efigies por todo el pueblo, destacandola Virgen
de las Maravillas, tanto en azulejos como en hornacinas. Y es que la trigueña
napolitana aflora por los cuatro costados de Cehegín que como vieja villa
cristiana ofrece al visitante estas ornamentaciones en sus fachadas.
Por el siglo XVIII, hubo entre otras que seguramente desconocemos, una hornacina con un santo en el chaflán de la fachada del Mesoncico. También dentro del arco dela Plaza del Castillo luce otra
imagen del Sgrdo. Corazón de Jesús (antes dicen que hubo una Virgen del Carmen).
Al principio de la calle dela Fortuna , una hornacina
cobija una escultura de San Francisco de Asís. Y justo enfrente en la de cuesta
del Parador, otra con un San Antonio de
Padua, situada en la casa de la familia Melgares.
En la llamada Esquina dela Virgen de la calle Mayor de
Abajo, una hornacina luce una preciosa Virgen Milagrosa. Se cuenta que al
realizar la obra de aquel frontis observaron que en una de las piedras se
perfilaba una cara semejante a la que todos tenemos en mente de la Virgen. Además de atribuírsele
diversos milagros con la advocación de abogada de las embarazadas.
En el portal del Hospital dela R. Piedad hay una placa
de baldosas con la figura del Sagrado Corazón de María y en el pasillo que
conduce a la capilla se halla un nicho donde luce una virgencita Milagrosa que
tiene una curiosa historia de una viejita residente del citado hospital-asilo,
que acudía varias veces a rezarle a la Milagrosa y de paso se daba un “tiento
de vino” de una botellita que escondía detrás de la imagen. También en la calle
Cabezo, frente a la antigua casa de la familia Madrugás, preside una hornacina
con la figura de la Patrona —antaño
contuvo una virgen del Carmen— y muy cerca en la calle Vista Alegre, otra
Virgen de las Maravillas en unos azulejos. Por la parte baja del torreón del
parador de D.ª Blanca Garnica, la virgen de las Maravillas saluda a los
visitantes, sobre 18 azulejos, protegida por un gracioso tejadito con dos
farolillos de forja de hierro.
Más abajo, enla Bodeguica , 15 azulejos,
evocando que aquel fue el primer lugar donde arribó la Virgen de las Maravillas a
su llegada a Cehegín. Varias hornacinas muy
antiguas se presume que debieron ser ocupadas en la cuesta del Paseo, en la puerta de Caravaca y en la
fachada de la Iglesia Parroquial de sta. María Magdalena, donde estuvo ubicada una enigmática efigie de la Magdalena "Templaria".
Cuarenta azulejos conforman la imagen de nuestra patrona la santísima Virgen de las Maravillas, mampostada en la fachada del antiguo colegio de las monjas frente a
Según escribe el historiador ceheginero Salvador Martínez, todo ello procede de la costumbre medieval de instalar santos para proteger la entrada a las ciudades además de conjurar las epidemias de peste o cólera que azotaban la ciudadanía y que es extrapolable a la tradicional colocación de hornacinas que albergan imágenes religiosas en otros espacios públicos del Casco Antiguo de Cehegín. Así lucen numerosas efigies por todo el pueblo, destacando
Por el siglo XVIII, hubo entre otras que seguramente desconocemos, una hornacina con un santo en el chaflán de la fachada del Mesoncico. También dentro del arco de
Al principio de la calle de
En la llamada Esquina de
En el portal del Hospital de
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