"LA LISIADA
La trucha pica el anzuelo. |
Allí era respetada y admirada. Sí, aquella hermosa trucha era la reina del tramo del río Tormes, desde aquel puentecito del Congosto en el curso alto del río, la trucha macho conocida como La Lisiada, campaba por sus respetos. Como su nombre indica, el pez se deformó debido a un accidente de su juventud. Era enormemente larga y pesaba casi cinco kilos. Parecía un submarino decía ciertos exagerados pescadores.
Casi todos los habitantes del pueblo habían tenido algún contacto con la trucha, pero ninguno había conseguido pescarla, los viejos del lugar aseguraban que tenía más de veinte años. Y pese a conocer su escondrijo, debajo del puente, nadie había conseguido engañarla, aunque era tuerta, tenía una fuerza sobrenatural y los pocos que le habían enganchado el anzuelo se pasmaban de la facilidad con que se zafaba de el, parecía burlarse de todos...
Pero llegó un día, después de tantos años de tomar el pelo a todos, no sabemos si por vejez o por que el obstinado pescador esta vez era más listo que el pez, lo cierto es que consiguió hacer morder el anzuelo a la Lisiada….., después de una tenaz lucha que duró más de una hora, el pescador, agotado, consiguió meterla en la red... los moradores del pueblo contemplaban admirados la dura batalla desde el puente.
Cuando el pescador regresó, exultante, con la trucha moribunda, uno de los ancianos la contempló en silencio, con la mirada de un amante traicionado y murmuró en silencio algo ininteligible mientras se rascaba una oreja….. Ese día El Puente del Congosto se vistió de luto...
Y para los exquisitos melómanos, en recuerdo de la Lisiada, aquí os ofrezco una deliciosa alegoría, del 4º mov. del bellísimo (Quinteto la Trucha de F. Schubert).