AMBROSIO DE SALAZAR.
(Un gramático ceheginero en la corte francesa)
Ya a principios del siglo XVII, Murcia exportó
saberes. Es triste, pero en su 'patria chica', casi nadie lo
conoce... No estaría mal que se honrara a esta figura poniendo su nombre en
alguna calle o plaza de su pueblo: CEHEGIN. En cambio en la capital de la
Comunidad murciana, hace tiempo que su nombre reza en el callejero, allá en el barrio del Carmen, a la verica del río Segura.
Aventurero
en las guerras de religión francesas, se dedicó a enseñar español en Francia. El
rey Enrique IV de Francia y su esposa María de Medicis se llevaron entre los años 1574 y 1575 a don
Ambrosio de Salazar, que había nacido en Cehegín,
como traductor real y para que enseñara Lengua y Literatura Española a sus
hijos. Tenía a la sazón don Ambrosio treinta y dos años de edad y fue muy
apreciado en la corte hasta la finalización de su trabajo.
Debido a
su prestigio fue contratado para dirigir un colegio de enseñanza española para
alumnos de ambos sexos pertenecientes a la alta sociedad y la nobleza francesa.
El colegio estuvo ubicado en Ruan y adquirió un gran prestigio en toda Francia
mientras se mantuvo de director, cargo en el que cesó por tener que regresar de
nuevo a la corte al ser nombrado secretario e intérprete del rey Luis XIII,
esposo de Ana de Austria. Su laboriosidad y discreción hizo que fuera apreciado
por los reyes y ampliamente recompensando en reconocimiento social y económico.
En cierta ocasión el monarca sufría vómitos y dolores del abdomen y Salazar, recordando a sus antepasados cehegineros, le recomendó colocarse sobre el vientre una losa de piedra de Jaspe de Cehegín, asegurando que mitigaría sus dolores.
Su
labor le permitía largas pausas ante una mesa de trabajo a la espera de ser
llamado por el monarca, lo que le facilitó desarrollar su gran afición por la
literatura.
En el año
1637, cuando decía tener sesenta y dos años de edad, de los cuales treinta los
había pasado enseñando en Francia a reyes, príncipes y nobles, se imprimió el
libro 'Tesoro de Divina Lición'. A
continuación editó “Tratado de las cosas
más notables que se ven en la gran
ciudad de París y en algunos del reino de Francia”.
Es de
subrayar que este original escritor publicó algunos libros en los dos idiomas,
español y francés, como 'Almoneda General
de las más curiosas recopilaciones de los reynos de España. (1612)'. 'Antorcha de la Conciencia' y algunas más
que no han llegado a nosotros. Así mismo Ambrosio de Salazar tradujo muchos libros españoles a la lengua gala y esto posibilitó que muchos de los intelectuales de su época tuvieran acceso a lo mejor de la cultura hispana hasta esos tiempos, aunque lamentablemente no vivió para traducir las grandes obras del Siglo de Oro.
Vivió en
Paris al que debió dejar para siempre pasado el año 1654, ya que aún vivía en
ese año en la ciudad y contaba 79 años de dilatada y prolífica vida.
La Real
Academia de la Lengua Española reconoce a Ambrosio de Salazar como uno de los
grandes literatos españoles, y por ello figura en el Catálogo de Autoridades de
la Lengua, publicado por la misma.
Otras
obras suyas son: 'Clavellinas de recreación',
(1614)'.
'Espejo General de la Gramática en Diálogos.' Rouen,
(1614).
'Libro de flores diversas y curiosas', tres
tratados, (París, 1619). 'Secretos de la
gramática española' (1640).
'Tres tratados propios, para los que desean saber la lengua española.' París, (1643).
'Tres tratados propios, para los que desean saber la lengua española.' París, (1643).
Así que,
aquí tenemos a un ilustre ceheginero, desconocido para sus paisanos, que en su época fue un
personaje digno de figurar entre los grandes gramáticos españoles.