DON MARTÍN DE ZAFRA FERNÁNDEZ
Calle de Zafra |
Desde joven manifestó ideas progresistas que florecieron en un talento elevado, lo que le ocasionó ser perseguido en 1867 por sus contrarios ‘conservadores’, cuando prendieron a 19 individuos con pretexto de ser leñadores dañinos, y realmente eran en su mayoría políticos amantes de su Patria; Entre figuraba don Martín y su amigo don Gregorio de Gea Buenafé, pero la providencia los salvó gracias a doña Rosenda Fernández de Guirao, que valiéndose de su hábil astucia y enterada de las turbias intenciones para después del apresamiento, ya en los muros del Cementerio, se personó doña Inés Chico de Guzmán e intervino con toda bondad cristiana evitando que hubiesen perecido en aquella aciaga noche.
Al año siguiente, después de la revolución de 1868, (“la Gloriosa, o Septembrina”), don Martín fue elegido presidente de la política local.
Y ya en 1873, después del llamado “Sexenio Democrático”, cuando se proclamó la I República Española, nuestro don Martín fue elegido alcalde de Cehegín, años convulsos donde este prócer supo valerse gracias a su talento natural, su valor y su honradez, para librar a nuestro pueblo de ser saqueado por los carlistas, quienes llegaron a ofrecerle dinero para que consintiera a sus espurias pretensiones. Inicia su andadura como Alcalde de la villa de Cehegín el día 2 de marzo del año 1873, sustituyendo a don Francisco de Paula Pérez Zaragoza. Su Alcaldía coincide con el periodo final de la Primera República, siendo el último Alcalde republicano de Cehegín.
Según información aportada por el archivero municipal, durante su mandato continúa haciendo énfasis en la defensa de los montes comunales, en acta de fecha 16 de mayo de 1874, se refiere a las cortas ilícitas de madera, pero también a las ocupaciones ilegales de terrenos del común de vecinos, una cuestión espinosa de la que los pobres salían muchas veces escaldados, y en la que los grandes hacendados no solían rendir excesivas cuentas. En este periodo tenemos los siguientes datos: El pago a Ignacio Cecilio, por conducir al cementerio los cadáveres de un peón caminero y dos pobres: 10 pesetas. Apagar el incendio del Coto: 52 pesetas y 50 céntimos. Al alcaide de la cárcel del Partido por el 2º semestre de su dotación del año 1872-1873: 91 pesetas y cincuenta céntimos. A don Alfonso Pérez Chirinos por el 2º semestre del alquiler del año actual de las casas y locales que ocupan los profesores don Agustín Perea y doña Josefa Alcázar: 150 pesetas. Al presidente de este Ayuntamiento por los socorros a enfermos y pobres, que ha acreditado, tiene hechos desde el mes de noviembre de 1873 hasta la fecha: 23 pesetas y 50 céntimos.
Según información aportada por el archivero municipal, durante su mandato continúa haciendo énfasis en la defensa de los montes comunales, en acta de fecha 16 de mayo de 1874, se refiere a las cortas ilícitas de madera, pero también a las ocupaciones ilegales de terrenos del común de vecinos, una cuestión espinosa de la que los pobres salían muchas veces escaldados, y en la que los grandes hacendados no solían rendir excesivas cuentas. En este periodo tenemos los siguientes datos: El pago a Ignacio Cecilio, por conducir al cementerio los cadáveres de un peón caminero y dos pobres: 10 pesetas. Apagar el incendio del Coto: 52 pesetas y 50 céntimos. Al alcaide de la cárcel del Partido por el 2º semestre de su dotación del año 1872-1873: 91 pesetas y cincuenta céntimos. A don Alfonso Pérez Chirinos por el 2º semestre del alquiler del año actual de las casas y locales que ocupan los profesores don Agustín Perea y doña Josefa Alcázar: 150 pesetas. Al presidente de este Ayuntamiento por los socorros a enfermos y pobres, que ha acreditado, tiene hechos desde el mes de noviembre de 1873 hasta la fecha: 23 pesetas y 50 céntimos.
Por aquella época desertaron presos de Cartagena que se refugiaron en nuestra ciudad. Al tener conocimiento de ello, el alcalde De Zafra, se personó ordenando su detención y reclusión, librando a Cehegín de tan terribles huéspedes.
Con estas y otras muchas actuaciones transcurrió su vida política y social dedicada siempre haciendo el bien por su patria chica, esparciendo la semilla caritativa entre suyos y ajenos. Don Martín de Zafra falleció el 2 de diciembre de 1882, rodeado de todos los suyos. Y cuentan los antiguos que ese día llovió torrencialmente en Cehegín, de ahí la frase: "Ha llovido más que cuando enterraron a Zafra."
En recuerdo de su figura ceheginera de pro, el ayuntamiento le dedicó una calle cerca del paseo de la Concepción.
En recuerdo de su figura ceheginera de pro, el ayuntamiento le dedicó una calle cerca del paseo de la Concepción.