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domingo, 25 de febrero de 2018

JUAN DE QUIROGA Y FAJARDO (Un ceheginero en la corte de Felipe IV)

JUAN DE QUIROGA Y FAJARDO.

(OTRO PERSONAJE DEL CEHEGIN ILUSTRADO)

 "Un autor desconocido del Siglo de Oro"


Escritor de principios del siglo XVII, fue regidor del Concejo y Alcaide del Castillo de Cehegín y natural de la misma villa, Nació en 25 de enero de 1591, y falleció el día 5 de junio de 1660.
Fue hijo de Gonzalo de Quiroga y Fabiana Faxardo y pasó su juventud en Madrid, donde vivieron sus padres y pasó más de diecisiete años, hasta 1624 al menos. Su vida fue polémica y, por momentos, dramática.




Quizás por las rivalidades entre la oligarquía ceheginera fue acusado de ordenar dos asesinatos; anduvo encarcelado y sufrió cuatro años de destierro de Cehegín, de los que volvió hacia 1658, dos años antes de su muerte, gracias al perdón de la hermana de la víctima, y ya despojado del lustre que había tenido como prohombre ceheginero.
Según su propia declaración en la dedicatoria que dirigió a ‘la Curiosidad’ y que forma parte de los preliminares de las “Auroras de Diana” escribe: “A la curiosidad… Si alguna vez te cansaran mis escritos en la estampa, recibe esta agradable recompensa que adquiere mi porfía, instando a don Pedro de Castro y Anaya, comunique a todas estas Auroras… etc."

 

 1642. En ese año, Juan de Quiroga Fajardo, hidalgo de la villa de Cehegín, viaja a Madrid con la intención de consagrarse como poeta en la corte del rey Felipe IV y aprender de los mejores, entre los que despuntaba Francisco de Quevedo. Con este escritor habrá de encontrarse una noche en una de las tabernas de Madrid, cometiendo en sus palabras un error que le llevará a ser retado por Quevedo y terminar los dos apostando quién escribirá las mejores letras de Madrid. Tras aceptar dicha apuesta, Juan de Quiroga se recluye en su estudio, en donde escribirá su obra inspirada en clásicos como el Lazarillo de Tormes o Don Quijote de la Mancha. La obra se verá envuelta en el suspense, pues el espectador no sabe dónde reside la realidad. Además allí conoció y trató a Vicente Espinel, Lope de Vega, y Pedro Calderón de la Barca. Casó con Elvira de Niela y Bobadilla.


Escribió ‘Canción fúnebre a la muerte de don Fernando Pimentel’ (un rector de la Universidad de Salamanca y archidiácono de la Catedral de Murcia del que fue gran amigo), el "Tratado de las Voces Nuevas y el uso de ellas", un discurso donde se muestra partidario del casticismo frente al culteranismo que introduce en el español vocablos inusitados del latín (cultismos) e incluso del italiano, atacando en especial a Juan de Tassis y Peralta, conde de Villamediana; casi un siglo después, se intentó refutar por el padre Benito Jerónimo Feijoo en la trigésimo primera de sus ‘Cartas eruditas y curiosas’. Según don Cayetano Alberto de la Barrera, en su Catálogo Bibliográfico del Teatro Antiguo Español, se le atribuyen además los autos sacramentales “Auto alegórico de las astucias contra las divinas profecías de Luzbel”, “El Cascabel del demonio” y “Triunfos de misericordia y la justicia vencida”.
De nuevo aquí tenemos otro personaje poco conocido en Cehegín, y con numerosos avatares en la corte del Siglo de Oro Español.

Nota: (Fuentes y datos de diversas publicaciones)
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