EL NOBLE PERO DE ALCUZA DE CEHEGÍN
¿Adónde va esa mujer, / arrastrándose por la acera,
ahora que ya es casi de noche, con la alcuza en la mano…?
(Poema de Dámaso Alonso)
Según el diccionario de la
RAE, Pero:
Variedad de manzano, cuyo fruto es más largo que grueso. Y el término Alcuza:
Vasija de hojalata o de otros materiales, generalmente de forma cónica, en que
se guarda el aceite para diversos usos.
pero de TROMPA alcuza * variedad de fruta
inverniza, muy dulce y oloroso. afamado producto de cehegín, hoy en peligro de
extinción.
El Pero de Alcuza de Cehegín, llamado así
por su forma similar a los recipientes que se utilizaban para guardar el
aceite, ha sido durante muchos años el emblema de esta localidad. Este fruto de
invierno posee características diferenciadas en cuanto a olor y sabor que lo distinguen
de la familia de las manzanas de calidad. Su fresco dulzor fragante, y peculiar
aroma, le han hecho acreedor de una merecida fama desde tiempos ancestrales,
entre otras cualidades aseguraban los antiguos que al degustarlo se abre el
apetito sexual. Antiguamente, como tantas otras costumbres, existía la
tradición, ahora perdida, de adornar con peros, lazos y otros productos las
ramas de olivo utilizadas por los niños en la Procesión de Domingo de Ramos,
como ofrenda a Jesús.
Agricultor recolectando peros. |
Según la costumbre,
por su intenso aroma, la mujer ceheginera también lo empleaba como ambientador
y perfumador de armarios y arcas, entre ropas blancas, sábanas y colchas, donde
el noble pero entregaba generoso todo su valioso efluvio.
El proceso de
producción del Pero de Alcuza tiene
un marcado matiz artesanal. Se trata de una actividad tradicional que, a pesar
de haber estado en algunos momentos en trance de desaparición, sus escasos
supervivientes han resurgido, como el Ave Fénix, con ánimos de recuperarse.
Se
suele recolectar en el mes de octubre, cuando el otoño anuncia su presencia en
los huertos cehegineros, y se guardaba en la “allá arriba” para que se oreara y
adquiriera ese característico color amarillo, perfumado y con sabor dulzón,
sufriendo los primeros fríos rigores del invierno, entonces –aseguran los
viejos del lugar- es cuando el Pero adquiría todo su sabor y olor y como decía
nuestro tio abuelo David: “Cada mordisco vale
más de 20 duros”-. Era tal la producción de estos frutos que en épocas donde el hambre se adueñaba de los humildes hogares, el Pero de Alcuza se convertía en alimento recurrente en la dieta ceheginera, e incluso los frutos con algún defecto, (picadura, golpe, etc.) se destinaban a la comida de los cochinillos y otros animales de corral, tan habitual en aquellos tiempos.
Y no digamos asados al horno: se le quita el pezón con la punta de un cuchillo y se le hace un hueco redondo donde echamos una cucharadita de azúcar, una pizca de canela en polvo y un chorrito de ron o coñac. E inmediatamente al horno a 200º. Cuando esté blando el Pero, podemos degustarlo, y no probarán nada más rico.
Así el noble
fruto de gran valor nutricional, el Pero de Trompa-alcuza de Cehegín, con su
traza de redoma pequeña, sigue penosamente regalando sus carnes sabrosas
envuelto en su perfumada piel.
Antonio
González Noguerol. (Algunos
datos extraídos de diversos archivos y fotos del autor)