VÍA CRUCIS
Camino de la Cruz
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"El Nazareno" sale del templo. |
Tal
vez el Vía Crucis sea el ejemplo de devoción y espiritualidad más puramente
identificable con la
Semana Santa y la Pasión de Cristo, incluso por encima de las
mismas procesiones. Literalmente significa Camino de la Cruz. En la tradición
se considera que fueron los franciscanos quienes crearon este ejercicio
espiritual. San Francisco y su Orden tomaron, modelaron, extendieron y
promovieron su extensión por todo el mundo cristiano.
Como se sabe, básicamente, el Vía Crucis es un
recorrido que recuerda la
Pasión de Cristo y en el que hay colocados unas estaciones o
“pasos” cada uno de los cuales
representa una escena del periodo que transcurre entre el Prendimiento y la Pasión, Muerte y Resurrección
de Jesucristo. –De ahí el apelativo de "Pasos" adoptado para los tronos de la Pasión en la imaginería de la semana santa-.
En
cada una de las estaciones se realizan paradas para meditar o rezar, bien en silencio o a voz alzada, en comunidad. Consta de catorce estaciones,
aunque a veces se añade una más, relacionada con el momento de la Resurrección.
Un Vía Crucis engloba en su propia definición
tanto la acción del recorrido realizado paso por paso por la comunidad, orando en su sentido espiritual y religioso, como también el mismo
conjunto físico de estaciones, pintadas o esculpidas con escenas de la Pasión.
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Vía Crucis a su paso por "El Coso" |
Pero
no deseamos referirnos sólo al aspecto religioso, también se trata de
recuperar, desde el punto de vista histórico ceheginero, un antiguo Vía Crucis,
aún recordado en el siglo XVIII y totalmente olvidado ya durante el XIX, que,
comenzando desde la "Ermita
de la Sangre
de Cristo" (el Santo Cristo), terminaba arriba en lo alto del Paseo de la Concepción, en la
ermita de dicho nombre.
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Torre del Santo Cristo de la Sangre |
Durante
los siglos XVI y XVII, una gran parte de la vertiente de Levante del Cabezo de la Concepción, básicamente lo delimitado por la Cuesta de Moreno, la calle
de la Tercia,
la cumbre del cabezo y la cuesta que posteriormente sería conocida por la del
Partidor: la antigua tría de la
Villa, Cirugeda, Segisa, las Eras Altas y las Bajas, el Tío
Cayetano, las Olivericas, los Pañeros y otro lugar con poca documentación: “Las
Ruedas”, junto a los Poyos de Castellanos.
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Calle Zafra |
Todo ello, era zona de ejidos y bancales y se hallaba casi sin poblar. Al
parecer, desde la ermita del Santo Cristo –a la sazón, entrada natural a la
villa desde la cuesta anexa -, subía por la calle de la Tría (también conocido
durante el siglo XVIII como el Camino de los Pasos o senda de la Tría Vieja) y desde ahí subiría hasta la calle del Tránsito (los
popularmente conocidos como Cuatro Caminos bajo el Paseo),
rodeando el cabezo por las calles Veracruz y Zafra, terminando en la
Ermita de la
Concepción.
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Ermita de la Purísima Concepción |
Según
Jesús Hidalgo, por unos documentos emanados del Archivo Municipal de Cehegín, a
finales del siglo XVII, decían: “No
tenemos conocimiento de si dichos 'pasos' reflejaban la Pasión de Cristo mediante pinturas o esculturas.
Posiblemente las estaciones estaban elaboradas con una especie de pilares en
que se exponían pinturas sobre cada estación realizadas en cerámica.”
La
calle de la Veracruz
adquiere su nombre ya en el siglo XIX, cuando habían pasado al olvido las
expresiones Vía Crucis-Camino de la
Cruz y el pueblo, por similitud en la pronunciación,
terminó transformando el nombre como Vera Cruz.
Fuentes: Archivo Municipal de Cehegín y algunos testimonios de la tradición oral.