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jueves, 19 de mayo de 2022

BURETE -SUS VALLES Y MONTAÑAS-

BURETE Y SUS VALLES Y MONTAÑAS

(Burr-etum de raíz ibera) 

Uno de los caseríos de Burete.

La antaño pedanía de Burete, situada a los pies de la sierra del mismo nombre, es un bucólico valle con riquísima floresta de oliveras, almendros y sobre pinares, donde se respira paz y sano aire de las sierras cercanas. En otra época hubo ricos yacimientos de magnetita y de jaspes, y se dice que tiempos de los romanos existió una mina de oro. Su topónimo se refleja en la Historia con un viejo caserío del siglo XVII, reconvertido hoy en casa rural, y nos recuerda que el lugar fue poblado y explotado, en sus facetas agraria y mineral.

Sauce llorón junto a la senda de la cantera y de la sierra

En el año 1868, la entonces diputación de Burete, hoy pedanía, tenía censadas un total de 31 casas, que acogían a 120 almas empadronadas allí. Esta población incluye a hombres, mujeres y niños. Los residentes eran en su mayoría, colonos que trabajaban tierras en régimen de arrendamiento y cuyas casas de residencia eran también propiedad de los arrendadores. También había jornaleros que residían en régimen de alquiler. Entre todas esas casas estaban las de d. Antonio Sandoval, el conde de Bazalote, José María de Béjar, Alonso de Góngora, Juan Oliva, Ramón Oliva, Francisco Melgares, Santos de Cuenca, Gregorio Piñero y tantos otros personajes de la élite económica local. En el año 1898 se asentaban en Burete 42 casas, en las que moraban180 habitantes censados, así como una escuela rural.
En los papeles de don Miguel Más, escribe sobre su ermita que: … se acoge a la advocación de San José, favorecida por los fieles de su partido, tiene un capellán que celebra misa los días de precepto para los feligreses que, con sus limosnas, acuden al socorro de todo lo necesario para ella 

Ermita de San José -patrón de la pedanía-

Antiguamente se celebraba la fiesta del santo patrón el día de san José, 19 de marzo, con una eucaristía y procesión con la imagen recorriendo los caseríos y posterior festejo de convite y baile, donde solía acudir alguna rondalla de pulso y púa, como la de Ginés el Ciego. La ermita fue restaurada hace unos años a expensas de Joaquín Parreño Navarro, (nieto de quien fue alcalde de Cehegín a inicios del siglo XX), para que se mantenga el culto, aunque en la actualidad, y debido a los pocos habitantes, han desaparecido estas tradiciones. En "Antigüedades de la Villa de Cehegín", de Martín de Ambel y Bernad, escrito en torno a 1657, podemos leer: Contra la parte del mediodía de la villa de Cehegín, y algo más de una legua de distancia de ella, hay dos montañuelas medianas, si bien la una es menor que la otra, en cuyo medio forman entre las dos un apacible y hermoso valle, conocido por el nombre de 'Val de Burete', todo el cual esta compuesto y adornado (demás de las muchas casas y bodegas o lagares que hay en él), de una larga serie de peonadas de fértiles viñas, las cuales producen un fruto que, después de ser copioso vino, es de tal valor, que el de Lucena ni el de Pedro Ximénez de Málaga no sé si le igualan. Tiene muchos árboles de todos los provechos y muy grande número de fanegas de tierra de labor, que todo se riega con las aguas de un cristalino arroyo, el cual trae su principio y origen de cierta fuente que nace al pie de una de las montañuelas dichas [...] Que la sierra, la fuente y el arroyo son conocidos con la voz de 'sierra, fuente y arroyo de Burete'. 

Escalinata hacia la casa de la Gloria -al fondo la escultura del Cristo-

En otra parte parte del texto nos vuelve a informar del lugar: Al pie de una sierra mediana a quien llaman de Burete, algo más o menos de 50 pasos aparte da de una hermosa fuente [...] hay una mina de acendrada plata, cuya experiencia y manifiesto se hizo por Fernando López Bonaque. Teniendo este texto, -con todas las reservas que desprenden los novelescos escritos de Ambel- queda claro que anterior al s. XVII, la Sierra de Burete y su valle  debían estar habitados por una escasísima población, con apenas dos o tres caseríos y casas de labriegos.

Casa de la Gloria

Siempre ha constituido un lugar de paso, ya que, adentrándonos en el valle por un bello lugar conocido como la ‘Peñica del Viento’, siguiendo su actual carretera, cerca de lugares como Coy, Avilés, doña Inés y La Paca, podemos llegar hasta Lorca. Pero Burete, pese a ser pedanía de Cehegín, ha quedado un tanto relegado en materia de infraestructuras, situación que ayuda a mantener este pintoresco paisaje, que hoy día queda para el agro y el puro disfrute de senderistas. Sus parajes nos permiten disfrutar de lugares como el palacete de 'La Casa de la Gloria'; la Fuente de la 'Hoya de don Gil', (el ceheginero la conoce como Hoyae'ongil), rincones, en otro tiempo, para disfrute de giras y meriendas; en sus cumbres destacas las canteras de mármol rojo y gris, famosos por el mundo; la 'Cuesta del Reventón' (aludida en la leyenda de Juan de Xea 'el Corredor', ya comentada en otro artículo de este blog), el legendario 'Pico As de Copas' (antaño conocido como 'Pico de la Sierra de Quípar), un desafío para corredores y alpinistas, y también tesoro gastronómico para los amigos de los exquisitos 'Niscalos', llamados en nuestra tierra 'Guíscanos', asi como otros frutos de la montaña como las trufas o las patatas de monte; algunas otras fuentes de azucarada agua, tales como 'la Cagueta'; 'la del Piojo'; 'la de la Hoyaleja'; y la citada 'de Burete', o 'Arroyo de Burete', cuyas aguas cabrillean por un lindo riachuelo hacia el río Quípar, en la actualidad debido al uso y abuso de los pozos disminuida del nivel freático.
 

Una de las pozas con cascada del arroyo de Burete

De todos modos, en los últimos tiempos y debido a la proliferación de lluvias, este arroyo mana abundante agua, y se han ido formando numerosos vados, originando cascadas que embellecen notablemente el paisaje de la zona, lo que hace merecer ser visitadas. En resumen, un compendio paisajístico de pinares y valles digno de las cordilleras de nuestro Sistema Ibérico, donde podemos oxigenar nuestro organismo que buena falta nos hace.

 FUENTES: Archivo municipal, historiadores y eruditos locales y tradición oral. Fotos del autor y de diversos fotógrafos.

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