JESÚS HERNÁNDEZ PUERTA -POETA-
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Placa conmemorativa de su nacimiento en calle Zafra. |
Jesús Hernández Puerta vino al mundo en Cehegín, en la calle
Zafra, el día 1 de enero de 1.860. Fue mayoral de un preboste local, y más tarde empleado del Ayuntamiento, redactor jefe y colaborador literario en el
periódico ‘El Eco’ de Cehegín y quizá más conocido como poeta, cuyos versos la mayoría impregnados de melancolía y con el sello del Romanticismo.
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Calle de Zafra -inicio- |
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Casa en ruinas de la calle Zafra. |
CAMPOSANTO (1911)
...En aquel camposanto, ya ruinoso, / se remueven los besos,
los afectuosos besos que mi madre / me dio abrazado al
cuello.
Allí están los cantares / y los arrullos tiernos
que al compás de la
cuna / como tórtola en celo
la pobre madre mía modulaba / acariciando mi inocente
sueño...
…Por eso no os extrañe, /
no os asombre por eso,
que yo le tenga amor al camposanto, / al cementerio viejo,
porque está allí mi madre, / porque está allí mi cielo,
porque está allí mi espíritu fundido,
con las tristes cenizas de mis muertos…
Sirvan estos románticos versos de nuestro poeta local Jesús Hernández Puerta a los sentimientos de los cehegineros, escritos en una especie de madrigal elegíaco, expresándose con la libertad y anarquía en la medida, entre heptasílabos y endecasílabos en la bellísima lírica plena de ritmo, que solo los grandes poetas pueden y saben manejar. Y aquí aparece de nuevo el bardo Hernández, con su sello melancólico y con tintes sociales denunciando la inclemencia ante la miseria y la pobreza.
¡Pobrecito
huérfano! / tenía mucha hambre,lo
decían sus ojos mirando / la fruta en
los árboles.El
huerto ofrecía / variados manjares,y
escalando las tapias / el niño llegó a los frutales.Cogió
una manzana / entre dulce y acre,y
al llevarla a sus labios, / un guarda de entrañas ferales,golpeole
en el rostro / hasta hacerle sangre.El
pequeño rapaz, con angustia, / gritó
¡madre!, ¡madre! Ya
se iba perdiendo / la luz de la tarde.Del
azul de los cielos brotaban / lágrimas brillantes;y
allá, no muy lejos, / en aquel parajedonde
se alzan sombríos cipreses / y lánguidos
sauces,en
aquel recinto triste, / en donde yacende
la vana materia del hombre, / los restos mortales,con
voz desgarrada, / loca, delirante,desde
el hueco de un foso ¡hijo mío! / gritaba un cadáver...
¡MADRE ! ¡HIJO MÍO!
Jesús Hernández
Puerta para el semanario Cehegín, a fecha 8 de octubre de 1911.
Fuentes: Tradición oral, archivos municipales y otras publicaciones. Gracias así mismo, a mi amigo Antonio Peñalver Corbalán, por sus informaciones.