HISTORIAS DE LA “REPÚBLICA” DEL MESONCICO -III-
Placa en la fachada de don Octavio. |
La ‘república’ del Mesoncico de Cehegín, no por placentera carece de fantasías, fue una Arcadia delirante donde bullían a diario pintorescos ‘Max Estrellas’. Entre ellos, como no podía ser menos, también solía merodear algún que otro mangante. La fauna era muy variada: gorristas, pillastres..., que si un pelma por aquí, un petardista por allá, simpáticos cuentistas, y como es natural generosos personajes campechanos de buena ley ...
Aunque hay que advertir que pese a la actual ‘alta calidad de vida’, estos sujetos siguen vigentes en nuestra sociedad de consumo, eso sí, seguramente menos pintorescos.
Recuerdo a Lorenzo el Majito, un famélico cantaor que presumía de su pertenencia a la compañía de Juanito Valderrama, evocando lances de otras épocas, hasta que algún 'pagano' no le quedaba más opción que ofrecerle una 'convidá' a cambio de una desafinada taranta o una estentórea soleá. También medraban sopistas graciosos, como Juanico el Sieteaños, antiguo plañidero de los entierros, rezador de la tradicional oración en el Puente de los Muertos y ‘proveedor de sillas’ del Sto. Cristo; me pedía casi todos los días un durico para vino, (así de claro). Un amigo me riñó: - "¿Cómo le das a este pájaro sabiendo que es para beber...?" – el dicharachero borrachín le replicó irónico: —"Si le parece a usted puedo comprar la finca del Carrascalejo..."–
Reinauguración de la taberna "El Mesoncico"-años 80- |
Igualmente paseaba a menudo por la ‘república’ en busca de un socorrido marlboro, Mª Paz Peñafiel, según ella hija de un aristócrata ido a menos, se definía la oveja negra de su noble estirpe y contaba que su familia le apodó Lady Godiva por su odio a los recaudadores de impuestos. Contaba enfática que conoció a Dani el Rojo en el Mayo francés; confesaba su debilidad por el café y por el whisky: -"A mí me van a enseñar ahora los médicos que es beneficioso para el corazón..."- me camelaba, prometiendo enseñarme a hablar el ‘Esperanto’, -“…cuyos estudios realicé en la Sorbona.”- decía. Cobraba 25.000 Ptas. de pensión por estar apuntada sólo un día al Retiro Obrero: -“...suerte que tiene una...”- fumaba rubio, mientras le duraba la paga y luego recurría a los Celtas Cortos.
"El tío Juanico" |
"El Alejo" y "El Gordo de la Pavica" |
En fin, así se amontonan en el protocolo parte de los duendes de la ejemplar ‘república’ del Mesoncico, retahíla de comediantes que harían bailar de gusto la pluma de Valle Inclán...
Y como no es el propósito fatigar y la nómina no se acaba, en otra oportunidad seguiremos recordándolos con la dulce melancolía de otra época.