FRASES ADVERBIALES, MULETILLAS Y LATIGUILLOS.
(A propósito del día del Libro)
“Los que gobiernan ínsulas, por lo menos han de saber gramática”. (Cervantes).
Un 'latiguillo' es: una palabra o frase que se repite sin necesidad en la conversación y una 'muletilla': una voz que se repite por hábito. La inserción exagerada de estos vocablos: deprime el componente de imprevisibilidad que se espera del discurso del otro. (Fuente www.perfil.com).
Siempre se han utilizado este tipo de vocablos, que se han convertido en expresiones manidas: “¡Passa tío!”, “¡Leche!”,
“¡Joer!”, “¡Pijo!”, “Venga!” y otras más soeces y malsonantes que por ello
no menciono. En la actualidad la 'muletilla' que gana la palma es: “¿Vale…?” ¿Qué significa este dichoso: ‘¿Vale?', para seducir tanto a la mayoría del personal…? Sobre todo a esos 'jóvenes
suficientemente preparados', que en cualquier discursillo o explicación trivial,
reiteran con jactancia, después de una complaciente frase: '¿Vale...?' ¿Acaso es
que el tradicional ‘de acuerdo...?’ ¿ya
no sirve? o el ‘¿está claro?’, o
simplemente el ‘¿entendido?’ … Parece
que no, en este momento se usa: '¿Vale...?', ‘Vale’ por aquí, ‘Vale’
por acá..., lo mismo para un roto
que para un descosido. Y es que, como decía mi abuelo: En esta vida, todo se pega, menos la hermosura y el merengue que yo hago, que se deshace en la boca...
Y, por si fuese poco, de propina, nos invade en las redes sociales el lenguaje angloamericano, sustituyendo sustantivos, verbos, pronombres y conjunciones, por ejemplo: 'que' por 'k'; 'porqué' por 'pq'. 'muy gracioso' por 'XD'... y si vamos a las abreviaturas innumerables que circulan, ya es para volvernos el juicio: "Meme" (Imitación), que si "Fake" (Falso o Bulo), "Geek o friki" (Fanático de nuevas tecnologías), "Hacker", (Experto en computadoras), o prefijos como: "MB", "HTTP", "APP", que ya forman parte del lenguaje común. Todo un alocado maremágnum de extraños vocablos y siglas. ¡Estos anglófilos! (¿Será para ahorrar?), y eso que no son catalanes con fama de ahorrativos. ¡Con lo hermoso y rico que es nuestro idioma castellano!
Pido excusas, ya que uno solo es un aficionado a juntar letras y no deseo enmendar la plana a otros mucho más formados.
Sin embargo, si
observamos a esta sociedad mimética, de aplauso fácil, donde abundan medios de comunicación
desaforadamente materializados con "doctos" tertulianos, vividores 'sabelotodo', aunque analfabetos en muchas materias, maestros de muchos oficios, sobre todo para cobrar suculentos emolumentos por su servilismo, aunque oficiales de poca monta, nada es de extrañar. En suma, lo
mediocre y vulgar instalado en nuestras vidas, todo ello gracias a esa
cajita tonta que llaman TV, ciertamente no tan tonta, si no, que 'atontina' tendenciosamente.
Al inicio de la democracia se
acuñaron diversas frases como: ‘Yo diría...’;
‘Puedo prometer y prometo’; ‘De
alguna manera’..., bastaron cuatro apariciones del presidente por la
pequeña pantalla para que, desde los sesudos padres
de la patria hasta los politiquillos de villorrio, parodiaran circunspectos
la tópica frasecita; otra expresión, aunque deplorablemente célebre fue: ¡to’el mundo al suelo, coño!...; luego
se puso de moda: ‘por conziguiente’o ‘zin
acritú’. Y no hace mucho “¡Viva el
vino‼ y ‘España va bien’... O
aquel arrebato de “¡Manda huevos...!”- que
espetó cierto presidente del Congreso. En los últimos años se escucha una sobada expresión de boca de políticos desde las más altas instancias hasta la del más humilde villorrio: "Vamos a poner en valor, bla , bla, bla..." Pero lo que ha rizado
el rizo es la ‘ingeniosa’ frase en política: “Y tú más…", que de momento es la que se lleva la palma en nuestra querida patria.
En otros tiempos algo lejanos, por nuestras hermosas tierras cehegineras, se
escuchaban frases y muletillas muchos más ingeniosas, como aquel
menesteroso vendedor de arena para fregar cacharros: ‘¡Arena, areeeeeeena!’, aquel grito se convirtió en un eco mimético
en Cehegín, Dios sabrá lo que pasaría por su cabeza, lo cierto fue que en el
cine Alfaro cuando se mostraba alguna escena caliente, espetaba algún exaltado:
“¡¡Arena, arena…!!” Otros latiguillos arrabaleros fueron adoptados por el lenguaje habitual y bastantes
lectores los recordarán: ‘¿Quién eres…? -
¡El vengador catorce!’; ‘Voy p’allá…, - Ya pa’qué!’; ‘¿A’vas...?’; ‘El pijo
once...’, o aquella muletilla tan "graciosa" que encasquetaban algunos parásitos tabernarios de tango y mostrador: “¡Gáanduuul!”, no se sabe si dirigida a ellos mismos.
¡Qué gozada para Mr. Higgins!
(Pigmalion).Hemos de andarnos con ojo, “hay gente pa`tó” (como dijo aquel torero).
Hasta
otro día amigos. ‘¿VALE...?’
Antonio
González Noguerol.