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domingo, 7 de junio de 2015

EL COSO -ANCESTRAL BARRIADA CEHEGINERA-

EL COSO.

 –¿Carrera; Camino; Ruedo; Teatro…? 

Vista del Coso nevado.
Puede ser plausible que la acepción tenga que ver con la expresión latina cursus, que viene a significar “carrera”. Quizá etimológicamente, El Coso tiene ese nombre por ser zona de paso, incluso antes de la construcción del arrabal, y ese significado de carrera habría que aplicarlo en el sentido de “camino hacia…
Hay otras hipótesis que podrían barajarse por la morfología del lugar como “ruedo” y también “hemiciclo teatral”, aunque no parece ser lo que decidiera el apelativo, sin embargo, también podría proceder ‘carrera’, aplicado a ‘correr’, o ‘corrida’, por ejemplo, ‘de toros’. Si 'La Tría', llámese así, porque allí antes pastaba el ganado de la carne, 'las Balsas' porque se maceraba o cocía la gran cosecha de cáñamo que siempre tuvo este pueblo, y todos los barrios llevan la razón de su nombre, el de 'El Coso' necesita su explicación, con su tanto de digresión histórica. Sabemos que los ejércitos permanentes datan desde el Cardenal Cisneros, y que antes, en cuanto había guerra, todo pueblo daba su contingente de soldados y jefes, teniendo necesidad de instruirse en el manejo de las armas, y simulacros de guerra, si esto era así en sus respectivas localidades gobernadas por los monarcas, más lo era en los de la Orden de Santiago, siempre en lucha con los moros, y mucho más en Cehegín, plaza fronteriza entre los Reinos de Castilla y Granada. El sitio, pues, en que hacían sus ejercicios, la arena, el palenque, en donde esgrimían las armas para instruirse en su manejo, unas veces caballeros con caballeros, y otras, peones con peones, era  'El Coso'. Y he aquí la razón de que se le llame así. Sitio hondo, por cierto, a la vista del Castillo y de multitud de apiñadas casas, que entonces no se acercarían tanto como hoy al redondel, desde las cuales y desde el Castillo, verían damas, caballeros y pueblo, los torneos, los toros y otras fiestas tan frecuentes en la Edad Media. Lo cierto es que sigue siendo una incógnita el topónimo.


Según información del archivero municipal, el paraje denominado "El Coso" ya estaba documentado con ese nombre a mediados del siglo XVI como parte de extramuros de la villa ceheginera y es posible que el origen del topónimo venga del siglo XV o incluso anterior. Desde sus raíces, este barrio siempre fue muy populoso y arrabalero, habitado por vecinos, sobre todo, de clases humildes.
El clima inclemente, poco a poco, deterioró la zona desde el siglo XIX, pero aun con más ímpetu por las copiosas nevadas de principios de los años 80, las lluvias torrenciales del año 1988 y las intensas nevadas de 1989, que propiciaron el derrumbe de muchos inmuebles, lo cual ocasionó el abandono de la zona.
Recordemos como ejemplo esta casa representativa del Coso —desaparecida del mapa-, (propiedad, por cierto, del bibliotecario y erudito Ramón Moreno Marín, que tanto hizo por la cultura ceheginera), que ofrecía una característica configuración en su fachada de tono 
amarillo ocre, color tradicional del entorno,  adornada con unos atractivos ventanucos romboides, y que fue un punto de referencia en todas las estampas panorámicas desde el paseo de la Concepción.

Casa de Ramón Moreno -hoy desaparecida-.
Ha sido noticia reciente la remodelación del llamado Jardín del Coso, con un proyecto muy llamativo y rompedor. Lugar emblemático con su forma semicircular similar a las arenas o teatros griegos pero con líneas futuristas. Rodeado por unas pasarelas peraltadas y pequeños estanques de agua reciclada, que simbolizan lo que pudo haber sido y no fue: las calles desaparecidas que se unían a la 'Cuesta de los Herreros' y 'calle Nueva'. Estas antiguas vías se denominaban: Las Carnicerías —hoy también inhumadas— y se penetraba desde la antigua academia de la banda de música hasta debajo de la 'Cuesta de los Herreros'. Incluso discurría otra callecita debajo de la citada y que se denominó 'Ambel', en honor del legendario historiador y morador de la 'Torre de la Concepción', y abajo la 'calle de Juan de Gea' y la de 'fray Corvalán', que aun desembocan en la calle del Coso


Un entramado de callejuelas con innumerables casuchas ya demolidas y que conformaban ese monumental Coso, donde se quiere experimentar un ambicioso proyecto de reaprovechamiento del agua. Además de un atractivo lugar para visitar y que nos transporta a escenarios estéticos de la época de cambios climáticos.

El Jardín del Coso de aspecto futurista y rompedor.

Una selva que inunda las superficies verticales de los estanques a través de una nube selvática de plantas trepadoras que cobijan las edificaciones y atraerá en sus movimientos migratorios a la fauna autóctona. Es lo que los animosos arquitectos han denominado “La misteriosa historia del jardín que produce agua.”

Fuentes: Tradición oral. Diversos cronistas y Archivo Municipal. Fotos de autor y otros archivos.

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