RECORDANDO AL PADRE VIDAL
"El ruido no hace bien; el bien no hace ruido."
San Vicente de Paúl.
Fray Antonio Vidal. |
Es curiosa la seducción que poseen las avecillas con la música. Ejemplos numerosos nos lo demuestran: El compositor y ornitólogo galo Oliver Messiaens estaba fascinado por el «canto de los pájaros»; afirmaba que eran los mejores músicos. Incorporó las transcripciones de estos cantos en gran parte de su música.
Para escuchar el canto PINCHAR AQUÍ; Ruiseñor
Para escuchar el canto PINCHAR AQUÍ; Ruiseñor
Otro ejemplo palmario fue el gran violoncelista y compositor Pau Casals que usó el sentimiento del canto de las aves para su música, de ahí su versión ya universal de El Cant dels Ocells popularizada como un verdadero canto a la paz en cualquiera de sus manifestaciones.
En Cehegín también gozamos de un extraordinario amigo de los ruiseñores: el padre fray Antonio Vidal, fallecido hace unos años, humilde misionero franciscano por el Japón más desfavorecido, después de las horribles secuelas de la 'Bomba Atómica' y posteriormente coadjutor por lo conventos franciscanos, sobre todo en el de San Esteban ceheginero donde ha transcurrido gran parte de su vida sembrando la caridad cristiana hacia sus semejantes, en suma un "Alma de Dios", un enamorado de las avecillas, cuyos cantos grababa en cassetes durante sus paseos por los huertos cehegineros.
Innumerables melodías quedaron así preservadas, sobre todo de los ruiseñores. Hecho inédito, puesto que por desgracia, como él mismo aseveraba, los pájaros cantores han desaparecido de la faz de nuestras tierras, parece que debido a las excesivas fumigaciones practicadas en los frutales y agricultura en general y puede que también un poco por la crispación reinante, los pajarillos pensarán: "Vamos en busca de lugares apacibles en los que se siembre la concordia...."
Por ello, la cultura de criar aves cantoras va disminuyendo progresivamente en nuestra comarca, se escuchan pocos los cantos de los 'colorines', los canarios o los llamados pardos (con aquellos proverbiales ‘Chiu…Chiu,…chipichichi…’) y el campeón de los pájaros canoros: el ruiseñor…, que, como decía fray Vidal, canta de noche a los corazones lo mejor de su repertorio, mientras su esposa está incubando los huevitos.
La comunidad parroquial de Nuestras Señora de las Maravillas, del convento de San Esteban, y la Orden Franciscana Seglar (OFS) rindió hace unos años un homenaje al padre Antonio Vidal como reconocimiento a su labor catequética y su dilatada trayectoria en el convento ceheginero.
Descanse en paz este entrañable franciscano junto a su maestro, el amigo de los animalillos, san Francisco "el Poverello de Asis".
PAZ Y BIEN, PADRE ANTONIO VIDAL.